Juan Carlos Valdivia

Está en juego el futuro del país

Al Perú no le conviene este ambiente de conflicto

Está en juego el futuro del país
Juan Carlos Valdivia
18 de septiembre del 2018

 

Lo del viernes fue obviamente una trampa en la cual cayó, sin problemas, la bancada de Fuerza Popular. La Comisión de Justicia fue convocada para escuchar al Defensor del Pueblo. Terminado el debate sobre la intervención de don Walter Gutiérrez, se puso al voto un dictamen sobre algo que no se había discutido. Los keikistas se abstuvieron. El vocero pepekausa reclamó que se hiciera cuestión de confianza. Los periodistas afines escribieron en el mismo sentido. Y el Presidente lo anunció el domingo por la noche.

En ese sentido, el keikismo ha mostrado sus limitaciones. En el parlamento no hay una, estrategia salvo la de imponer sus votos. Y Vizcarra y compañía le han demostrado que con hábiles movimientos de sus pocas fichas les han podido hacer un jaque. Ahora cabe preguntarnos si lo hecho hasta este momento por Vizcarra le permitirá realizar las modificaciones constitucionales; o si las fuerzas detrás del embate son más poderosas y, por lo tanto, iremos de manera inevitable al cierre del Congreso.

No es posible descifrar al presidente Vizcarra y los efectos que el ejercicio del poder ha tenido sobre él. Hace pocas semanas era una cosa y hoy es otra totalmente diferente. Hace poco conversaba con Fuerza Popular, hoy los acusa como los protectores de la corrupción. Hace poco lo señalaban de pusilánime los mismos que hoy lo acusan de autoritario. Lo que preocupa es que sigue la lógica de la polarización: es con él o contra él.

Lo cierto es que al país no le conviene este ambiente de conflicto permanente. Le hará bien al Presidente y las encuestas, pero le hace daño a la economía. Quizás en algunos meses pueda conformar una bancada propia, ya sea en base a una nueva elección o en base a las nuevas alianzas que va construyendo en su enfrentamiento a Fuerza Popular. Pero lo cierto es que los mercados resienten una situación de pugna permanente, como lo ha advertido el presidente del BCR.

Hemos defendido, desde un inicio de este Gobierno, la sana tensión que debe existir entre el Ejecutivo y el Legislativo. Pero lo que vemos hoy es una tensión tóxica, promovida por los extremismos y por los odios de unos pocos. En el 2016 los peruanos votamos mayoritariamente por las opciones que respaldaban el modelo económico. Era una gran oportunidad; pero la hemos perdido en medio de los antis y de las vanidades, entre tanto incapaz para administrar el poder.

Esperemos que la prudencia prime. Y luego de un momento de alta tensión, todos recuperemos la sensatez. Está en juego el futuro del país.

 

Juan Carlos Valdivia
18 de septiembre del 2018

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