J. Eduardo Ponce Vivanco

Entre la propaganda y la docencia presidencial

Las visitas de Vizcarra deberían servir para educar a los peruanos

Entre la propaganda y la docencia presidencial
J. Eduardo Ponce Vivanco
27 de febrero del 2020


Después de una visita a Tumbes, el Presidente Vizcarra informó a los medios de su experiencia cuando visitó una zona irrigada por el Canal de Zarumilla: refirió que un usuario se quejó por la compuerta de una bocatoma que se encontraba malograda ¡desde el año 2008! Sorprendido y contrariado, el Primer Mandatario atribuyó el hecho a la desidia e insensibilidad “del Estado”. No le llamó la atención que el quejoso hubiera esperado doce largos años para hacer su reclamo en el curso de una visita presidencial ni que el empleado responsable del mantenimiento de la bocatoma incurriera en tan prolongada negligencia. No. El Presidente responsabilizó al “Estado”. A esa superestructura impersonal –que para muchos es de todos y de nadie– en lugar de aleccionar a ese peruano por no haber reclamado oportunamente por la desatención a su derecho ni censurar al funcionario responsable de la negligencia. No hizo docencia entre los peruanos que ignoraron sus deberes ciudadanos en perjuicio de ellos mismos y del grupo social afectado.

Es un caso similar al que se presenta cuando la prensa plantea algún problema a políticos o funcionarios que responden, muy convencidos, que ninguna dificultad puede puede ser superada si no se aplica una solución “integral” (¡!). Léase: nada puede hacerse hasta que alguien conciba y convierta en norma la fórmula portentosa de la integralidad

Explicaciones como éstas permiten comprender los nocivos alcances sociales de la extendida mentalidad que exonera a la moral individual de las responsabilidades inherentes a la condición de ciudadano. El “Estado” –la superestructura por excelencia– no puede sustituir la conducta de quienes integramos el grupo social y, por tanto, somos titulares de los deberes cívicos propios de cada persona.

Es lamentable que el Primer Magistrado de la Nación no haga docencia cuando enfrenta situaciones que le ofrecen la oportunidad de valerse de su alta investidura para tratar de mejorar la conducta y moral ciudadanas. ¿O es que debemos asumir que el Presidente comparte la convicción de que el “Estado” lo puede todo y debe sustituirse a las personas en el cumplimiento individual de sus deberes ciudadanos? 

Martín Vizcarra replica la exitosa práctica política de Alberto Fujimori cuando visitaba los pueblos y ciudades que necesitaban la mágica receta de una solución presidencial para resolver problemas grandes o pequeños. Es bueno que el Jefe de Estado demuestre su preocupación por el bienestar de los peruanos que necesitan la atención del gobierno. Pero sería mucho mejor si aprovechara sus visitas –que las encuestas reflejan tan positivamente– para hacer docencia cívica y recordar a todos los peruanos que su principal obligación es cumplir sus deberes ciudadanos para contribuir a forjar el bien común y su propio bienestar.

J. Eduardo Ponce Vivanco
27 de febrero del 2020

NOTICIAS RELACIONADAS >

Gravedad de la coyuntura internacional

Columnas

Gravedad de la coyuntura internacional

Aprovechando la Cumbre de las Américas, y antes que los ind&iac...

24 de junio
Mentiras en la Cumbre de las Américas

Columnas

Mentiras en la Cumbre de las Américas

En el Perú leemos con asombro que el Presidente Pedro Castillo ...

10 de junio
El Führer ruso

Columnas

El Führer ruso

Hace cuatro meses que el mundo civilizado observa con horror la devast...

27 de mayo

COMENTARIOS