Tino Santander
5° Mandamiento: ¡No Matar!
Sobre la muerte injusta del alcalde Rosalio Sánchez y sus consecuencias políticas
Rosalio Sánchez, era dirigente de la Federación Campesina de la Convención, alcalde del centro poblado de Kepashiato, del distrito de Echarate, en el valle del medio y bajo Urubamba. Rosalio murió asesinado, golpeado, por la policía, introducido en la maletera de un auto y lanzado al río Vilcanota. Genaro Cahuana, dirigente campesino y poblador de kepashiato, sobreviviente de la golpiza, es testigo clave para sancionar a los culpables. El pueblo de La Convención exige sanción a los responsable políticos y demanda la salida del Ministro del Interior, Daniel Urresti, por la brutal y torpe represión. La Fiscalía y la Policía Nacional afirman que encontraron 23 kilos de pasta básica en la camioneta que trasladaba detenido al alcalde. El vehículo no pertenecía al alcalde y nada tenía que ver con éste. La población y las organizaciones sociales han reaccionado indignadas por tratar de vincular a su alcalde con el narcotráfico, creen que es una maniobra para encubrir su asesinato y amenazan con extender y radicalizar sus protestas en todo el sur del país.
Rosalio Sánchez murió convencido de que el proyecto Camisea significa una oportunidad para los pueblos del medio y bajo Urubamba hundidos en la soledad y la pobreza. El año pasado organizamos con Rosalio la asociación de centros poblados y municipios del área de influencia del ducto de Camisea (AMUPROK). Participaron los alcaldes de Kiteni, Hugo Chávez; de Ivochote, Ricardo Mellado; de Villakitarina, Fulgencio Jayo; y por supuesto Rosalio, quien fue nuestro anfitrión en Kepashiato. A este primer congreso también asistieron las Federaciones Campesinas y Agrarias y los oficiales del comando militar de Kiteni. No creamos una organización contra la inversión privada, menos para oponerse al desarrollo de la infraestructura. Al contrario, buscábamos mejorar la relación con el Consorcio Camisea e impulsar el desarrollo atrayendo mayor inversión pública y privada a La Convención. Rosalio era un promotor de las rondas campesinas para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Rosalio no era un trasnochado agitador. Era un notable dirigente campesino del siglo XXI. Creía en la educación y en el necesario desarrollo de la infraestructura que traen con su trabajo las empresas. Políticamente era un PPKausa que junto a los destacados dirigentes Carlos Tisoc Flores, Carmelo Huamán, Ernesto Álvarez, Walter Valencia, Javier Pozo y otros líderes locales impulsaron el partido “Perú Más” de PPK en La Convención.
Rosalio Sánchez fue detenido cuando participaba en la huelga convocada por el “Comité de Lucha de La Convención”, que se inició como protesta contra la corrupción de las autoridades locales y regionales: La Convención ha recibido de Camisea aproximadamente 4,000 mil millones de soles y no tiene un hospital, tampoco agua potable ni desagüe. El valle del medio y bajo Urubamba (Echarate, Palma Real, Kiteni, Kepashiato, Ivochote) tienen una carretera peligrosa y muchas veces intransitable (cientos de personas mueren por la calidad del transporte y las condiciones de la carretera en época de lluvias). La gente está hastiada del despilfarro y saqueo del presupuesto municipal; del financiamiento de los proveedores locales y nacionales a los candidatos al gobierno regional y municipios locales que hacen de la política un vil negociado. La población sospecha que el gasoducto sur andino cuesta demasiado (7,500 millones de dólares que no los beneficiarán en nada), que el gas a 12 soles es una mentira de Ollanta Humala, que la planta de fraccionamiento de gas licuado en Kepashiato, (promesa de Humala) es otra farsa, que la central hidroeléctrica para La Convención también es otro fraude del Presidente (están hartos del pésimo servicio de Electro Sur Este). En conclusión, están hastiados de la ineficiencia del Estado, y del gobierno Regional y Municipal, que son expresión del fracaso de la regionalización.
Si los peruanos no vemos la esencia del problema solo tendremos paliativos, promesas, actas firmadas y amenazas contra la democracia; crímenes, asesinatos, barbarie. Es hora de debatir seriamente los límites de la regionalización. La Convención le recuerda al Presidente Humala y al Perú el quinto mandamiento: ¡No matar!
Por Tino Santander Joo
(09/09/2014)
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