Carlos Arnillas Denegri

El factor Vizcarra

Oficialismo le exige pronunciamiento de lealtad hacia PPK

El factor Vizcarra
Carlos Arnillas Denegri
15 de marzo del 2018

 

Entre hoy y mañana se despejarán muchas dudas sobre la crisis política que vive el país, debido a la presión que vienen ejerciendo los partidos de la oposición y un sector mayoritario de la opinión pública. El propósito es que Pedro Pablo Kuczynski dé un paso al costado, vía una renuncia o por una vacancia, planteada en el Congreso con una moción multipartidaria.

El Frente Amplio —a través de su vocero, Wilbert Castro— ha convocado hoy una marcha por las principales calles de la ciudad para exigir la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente. Esta marcha se realiza en coordinación con organizaciones sindicales y colectivos opuestos al gobierno. Asimismo, mañana viernes por la tarde, la Comisión Lava Jato se hará presente en Palacio de Gobierno para interrogar al primer mandatario sobre su participación en los contratos suscritos entre sus empresas y Odebrecht, mientras él se desempeñaba como presidente de Proinversión, ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros durante el Gobierno de Alejandro Toledo, quien también se encuentra implicado en varios casos de corrupción con las empresas brasileñas.

De sus respuestas a las interrogantes que le planteará dicha comisión dependerá su suerte final, ya que varias bancadas de oposición y algunos congresistas que lo apoyaron inicialmente están esperando los resultados de esta cita para tomar una determinación a favor o en contra de la vacancia presidencial. No olvidemos que el empresario chileno Gerardo Sepúlveda admitió recientemente que le pagó US$ 720,000 a PPK por una consultoría para Rutas de Lima.

Todas estas circunstancias políticas adversas, mantienen al país casi paralizado económicamente y requieren de soluciones inmediatas, ya que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. La Constitución Política del Perú señala claramente que en caso de que ocurra la vacancia, es el primer vicepresidente de la República el que debe asumir las más altas responsabilidades en el Estado.

Sin embargo, y para agravar la crisis, el oficialismo viene exigiendo a Martín Vizcarra un pronunciamiento de lealtad con Pedro Pablo Kuczynski, olvidando que los intereses del país deben estar siempre por encima de cualquier compromiso personal. De ocurrir la vacancia o la renuncia del presidente, el Perú no tiene por qué parar. Para eso existen las vicepresidencias. De ceder Vizcarra a las presiones del Ejecutivo estaría faltando a sus deberes constitucionales y se ahondarían los problemas, pues se tendría que convocar a nuevas elecciones generales, con el consiguiente y oneroso gasto que significaría al erario nacional. Pero lo peor sería el tiempo perdido para revertir la actual crisis económica y social que lamentablemente venimos viviendo.

Martín Vizcarra salió fortalecido políticamente luego de que el Ministerio Público archivara su caso, después de ocho meses de investigación por los delitos de colusión en la firma de la adenda aplicada al contrato de ejecución del Aeropuerto de Chinchero, entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y Kuntur Wasi. Como se recuerda, dicha adenda no fue firmada por él, sino por su viceministra Fiorella Molinelli, causándole al Estado una pérdida de US$ 40 millones. Dicha dama, a pesar de estar implicada en esas irregularidades y con una investigación fiscal en curso, fue premiada por Kuczynski con dos cargos ministeriales y recientemente con la Presidencia Ejecutiva de ESSALUD.

Cabe precisar que el Gobierno de PPK registra en la actualidad una bajísima aprobación popular y gran desconfianza entre los inversionistas, así como el rechazo de la oposición. La suya ha sido a una gestión lamentable, signada por la anécdota, los escándalos y una falta de visión para enfrentar los principales problemas del país en el aspecto económico, la inseguridad ciudadana y la falta de empleo, entre otros grandes problemas.

De producirse la vacancia presidencial, toca a Martín Vizcarra asumir con responsabilidad las riendas de una nación que merece mejor destino. Su lealtad es con el Perú, lo cual debe de quedar muy claro, más aún cuando estamos en vísperas de la celebración del Bicentenario de nuestra independencia. Una nuevas elecciones o la renuncia de la plancha presidencial resultarían fatales para todos los peruanos que creen en la democracia.

 

Carlos Arnillas Denegri
15 de marzo del 2018

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