Iván Arenas
El establishment se defiende con uñas y dientes
Pretende liquidar la memoria de un presidente muerto

Para salvarse de la justicia, el establishment se defiende con uñas y dientes. Tanto que ha sido capaz de entregar a la hoguera y el linchamiento a uno de los suyos, como es el caso de PPK. En ese sentido, ya entregó también a Keiko y a García. Pero, ¿por qué decimos todo lo anterior?
Antes debemos aclarar que el establishment que ha gobernado desde la caída del fujimorato lo conforman un sector de la prensa tradicional, empresarios peruanos, periodistas y un sector político donde comulgan caviares y liberales “progresistas”. Dicho establishment, con sus medios y periodistas, ha logrado desarrollar una operación quirúrgica muy bien pensada: imponer en el sentido común que la corrupción de los últimos 18 años se debe básicamente al fujimorismo y al aprismo, a pesar de que el primero no ha gobernado y el segundo lo hizo solo cinco de esos años.
Hasta ahora la han librado. Salvo PPK, que cayó porque estaría tan embarrado en la corrupción brasileña que es imposible protegerlo. Pero los empresarios, políticos y periodistas que participaron de alguna manera en toda la trama corrupta no han pasado por la justicia ni lo harán.
Para protegerse, el establishment ha logrado controlar las instituciones claves, como el Ministerio Público y una parte importante del Poder Judicial, amén de que tiene medios y periodistas, verdaderos intelectuales orgánicos, comprometidos en la defensa de sus intereses. Hoy existe una especie de simbiosis entre el establishment y un presidente (Martín Vizcarra) desconcertado y que estaría comprometido en la trama de Odebrecht. Ambos se necesitan.
Bajo una pregonada lucha anticorrupción, que ha servido como linchamiento contra los adversarios, el establishment ha sabido asociar la corrupción con solo un sector político: el aprismo y el fujimorismo. ¿Por qué no hay trato de prisión preliminar o preventiva (similar a la de Keiko) contra Villarán, a pesar de que existen certeras evidencias en su contra? Repetimos, si entregaron a PPK fue porque era imposible protegerlo. Y es bastante sintomático que Villarán haya sido socia de una importante organización no gubernamental que controla las instituciones de justicia.
Hoy el establishment quiere liquidar la memoria de un presidente muerto, porque sabe que García sigue siendo, a pesar de su deceso, una muralla que evita la victoria total. El establishment sabe que los partidos políticos no sirven para sus intereses, esa es la razón potente para debilitarlos y desbaratarlos. Cuando Miguel Atala, en voz de un fiscal Lava Jato, afirma que existe una “fuerza de choque” en un partido político, en realidad lo que quiere decir es que la próxima víctima será ese partido. Como antaño, es posible que se busque hasta su ilegalidad.
No nos engañemos, hoy el establishment tiene un enorme poder. Un poder que, sin embargo, siempre ha perdido frente a los políticos de raza.
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