Ángel Delgado Silva

El Congreso equivoca el camino

Insiste en su carrera populista con el Gobierno

El Congreso equivoca el camino
Ángel Delgado Silva
27 de agosto del 2020


No debería sorprender que la representación parlamentaria ande en busca de protagonismo. Aunque a los puritanos –esos que son dóciles con las dictaduras– no les guste, las democracias realmente existentes admiten estas prácticas al lado de los propósitos más altruistas. ¡Así que basta de hipocresías!. Se atribuye a Winston Churchill la frase: “La democracia es la peor forma de gobierno, excepto por todas las demás”. Y recordemos que el régimen de virtud, de los jacobinos, acarreó una escabechina sangrienta. 

El problema radica en el terreno escogido por el Congreso para confrontar con el Gobierno. Optar por el populismo economicista en una época de crisis y miseria generalizada no parece ser políticamente inteligente. Por un lado, permite el éxito del discurso oficialista sobre la “brecha fiscal” y los “recursos escasos”. Además las dádivas, imposibles de universalizarse, no pueden contentar a todos. Así como los bonos gubernamentales no generan adhesión política debido a su dispersión, la UIT de la ONP –en el fondo, un bono más– solo atiza el malestar por la desigual distribución de los recursos. Un formidable esfuerzo, quizá pletórico de intenciones loables, pero que no satisface a nadie. Y, lo peor, probablemente fenezca ante un Tribunal Constitucional de hegemonía oficialista, como sucedió con la Ley de Peajes y otras similares. 

Incluso sectores de la oposición a Vizcarra se desmarcan de este corso dispendioso de recursos públicos. La estrategia congresal no acumula fuerzas y, más bien, tiende a aislarse de la trama de conflictos existentes. Si, por el contrario, los congresistas, solos o en bancadas, sacaran cara por el sufrimiento de la gente provocado por la inoperancia ante el Covid-19; si atendieran las angustias de los empobrecidos y quebrados, exigiendo la responsabilidad gubernamental, quizá obtendrían el respaldo popular del que ahora carecen. Por eso, en lugar del amén a las “reformas políticas oficialistas” y demás fruslerías, debieran aplicar una fiscalización en serio, que los sintonizara con sus recientes electores honrando sus compromisos de campaña. ¡Dirían no al Tratado de Escazú!, en consonancia con el grito de los pueblos amazónicos y de otros territorios, que luchan por el desarrollo, el bienestar y la soberanía nacional. 

Esta es la encrucijada del Congreso de la República: insistir en una carrera populista con el Gobierno, que le impide decantar culpas con éste por sus políticas recesivas, de desocupación, entreguismo y alta letalidad. O, en su defecto, actuar como un genuino defensor del pueblo, desenmascarando el tinglado de mentiras oficialistas –que engatusan a la población– y combatir por el cambio de rumbo, tanto en salud como en economía, para que la Patria bicentenaria no se pierda por la ineptitud de la administración de turno.

Ángel Delgado Silva
27 de agosto del 2020

NOTICIAS RELACIONADAS >

¿Y ahora qué?

Columnas

¿Y ahora qué?

La angustia legítima que embarga a millones de ciudadanos, lueg...

22 de julio
Se ensaya otro golpe de Estado contra el Congreso

Columnas

Se ensaya otro golpe de Estado contra el Congreso

Hablemos sin tapujos ni ambigüedades. El mandato cautelar del Ter...

07 de julio
¡La movilización ciudadana tiene la palabra!

Columnas

¡La movilización ciudadana tiene la palabra!

Hay momentos en la historia de los pueblos en los que las institucione...

23 de junio

COMENTARIOS