Fernando Palomino

El conflicto Rusia-Ucrania: lecciones para el Perú

¿Tenemos suficiente capacidad de disuasión en el plano militar?

El conflicto Rusia-Ucrania: lecciones para el Perú
Fernando Palomino
02 de marzo del 2022


“La guerra es la continuación de la política por
otros medios” (Clausewitz) 

Luego del glasnost y la perestroika de Gorbachov, y con la caída de la Unión Soviética (URSS), a partir del año 2000 Putin dejó de lado el marxismo en Rusia, para reconstruir la economía y el orden social, e inició un agresivo programa de modernización de sus FF.AA. Así le ha devuelto el orgullo a su país y lo ha convertido gradualmente en una potencia gravitante del escenario mundial. El poder mundial en el siglo XXI vuelve a ser multilateral con los EE.UU., Rusia y el ascenso de una China económicamente capitalista. 

Para nadie era un secreto la posibilidad de un conflicto entre Rusia y Ucrania, desde la anexión de Crimea por Rusia en el 2014, a pesar de las protestas. Era una suerte de retorno a la hegemonía imperial de épocas pasadas, con severas advertencias a Ucrania, así como a EE.UU. y sus aliados, de que no tolerarían que se integre a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Es así que Ucrania quedó en medio de la encrucijada, entre integrar la OTAN y la Unión Europea (UE) o mantenerse aislada, una especie de Estado amortiguador, entre Europa y Rusia. Recordemos que Ucrania es un territorio que ha pasado por mucho sufrimiento. Fueron víctimas de un genocidio (Holodomor) concebido por Stalin, que mató de hambre a varios millones de ucranianos y luego en la Segunda Guerra Mundial fue escenario de las más encarnecidas batallas. 

Pero veamos las causas subyacentes de este enfrentamiento desde una perspectiva geopolítica, más allá de aspectos económicos como el gasoducto Nord Stream 2 ruso, que emplea el Báltico (prescindiendo de Ucrania) y el suministro por parte de Rusia de casi el 40% del gas que demanda Europa. Putin ha iniciado un proyecto a gran escala perfectamente estudiado donde el liderazgo de las naciones de Eurasia estaría en manos de Rusia. A partir del repentino retiro de las tropas de los EE.UU. de Afganistán el 2021 Putin comprendió que esto era una muestra de debilidad, lo que significó el declive de la presencia de los EEUU en la región, por tanto, era la oportunidad que estaba esperando para actuar. 

Jhon Mackinder, en su teoría geopolítica de inicios del siglo XX, decía que quien controle Eurasia, el “Heartland”,. controlará el mundo, es decir: “Quién controle Europa del Este dominará el Pivote del Mundo, quien controle el Pivote del Mundo dominará la Isla Mundo, quien domine la Isla Mundo dominará el mundo”. Prédica que se confirmó durante la Primera y en especial en Segunda Guerra Mundial, donde Alemania buscó desde el inicio el control territorial de los países “amortiguadores” entre Europa y los entonces Imperio Zarista y luego Unión Soviética (URSS). 

Ahora bien, ¿qué representa Ucrania? En términos económicos es una de las mayores despensas de cereales del mundo, “el granero del mundo”, así como uno de los territorios con mayores recursos minerales. En términos de reivindicación histórica, para Putin significa controlar parcial o totalmente una de las regiones más importantes del entonces Imperio Zarista y en términos geopolíticos, a partir de reconocer a las Repúblicas de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania, puede ser el inicio de la agregación de ex repúblicas soviéticas y finalmente obtener el control de Eurasia. 

Como diría Joseph Borell, actual Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, “Las fronteras son cicatrices que la historia ha dejado sobre la piel de la tierra, grabadas a sangre y fuego”, sin embargo, hay que decirlo con toda claridad, hay algunas cicatrices que nunca cierran del todo. Eurasia es un claro ejemplo de ello. 

La entonces URSS y sus aliados formaron el Pacto de Varsovia en 1955 en contraposición a la OTAN, sin embargo, a partir de la década de 1980 el pacto comenzó a deteriorarse y tras la caída del Muro de Berlín en 1989, desapareció. A partir de ello Rusia ha observado con preocupación los acercamientos de la OTAN con los entonces países satélites de la URSS y ha ido incorporando estos países que supuestamente nunca se integrarían; como la República Checa, Hungría y Polonia, Bulgaria, Estonia, Letonia, Rumanía, Eslovaquia y Albania. En el 2004, transcurridos quince años desde la caída del Muro de Berlín, todos los Estados del antiguo Pacto de Varsovia, salvo Rusia, formaban parte de la OTAN o de la UE. 

Mientras en Kiev haya un Gobierno pro- ruso, Rusia puede respirar tranquila de que su zona de contención permanecerá intacta y de que la llanura nordeuropea por donde ejércitos invasores en el pasado marcharon sobre Rusia estaría protegida. En esa línea, Rusia persigue una Ucrania neutral, con el compromiso de no ingresar a la UE ni a la OTAN, así como respetar las posesiones rusas en Crimea. Por lo tanto, una Ucrania pro-occidental con intenciones de unirse a las dos grandes alianzas occidentales y con restricciones para el acceso de la Flota Rusa al mar Negro resulta inaceptable. En síntesis, Rusia considera no negociable que Ucrania sea aceptada en la OTAN sencillamente porque presupone un riesgo real para su propia existencia 

Bielorusia, aliado regional de Rusia, aprobó el domingo último, en un referéndum, un paquete de enmiendas a la Constitución. Entre ellas está la eliminación de la mención al país como una zona sin capacidad nuclear. Esto significa que Rusia podría instalar armas nucleares en Bielorrusia, y esto puede ser el inicio de una amenaza mayor en la región Paralelamente el Primer Ministro de Alemania Olaf Scholz anunció un paquete económico sin precedentes, desde la Segunda Guerra Mundial, de 100,000 millones de euros destinados para sus FF.AA. 

¿Cuál es el mensaje que Putin quiere dar a la comunidad internacional? Que Rusia es el nuevo actor geopolítico mundial al igual que los EE.UU. y China como potencia emergente y que estaría en igualdad de condiciones que las otras dos potencias para compartir el poder en un nuevo escenario mundial tripolar donde las tres potencias son miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. La bipolaridad de la Guerra Fría luego de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín y la unipolaridad de los EE.UU. hasta fines del siglo XX, luego el ascenso de China como potencia comercial en el siglo XXI y hoy el ingreso de Rusia como hegemón de facto de Eurasia, ha redefinido a no dudar un nuevo orden geopolítico mundial. Parafraseando a Clausewitz respecto a la conducta de Rusia, “La guerra es la continuación de la geopolítica por otros medios”. 

¿Ahora bien, todo lo anterior cómo afecta al Perú? Los impactos del conflicto Rusia-Ucrania se dejarán sentir en la economía y en las relaciones internacionales y hay que estar preparados. Se prevé el incremento de los combustibles, el barril de petróleo pasó los USD 100, el incremento del precio del trigo, la agudización de la crisis de cadena de suministros, la ralentización de las transacciones comerciales con la UE, presiones de occidente y Rusia para tomar posiciones y finalmente la incertidumbre del comportamiento de China serán a no dudar preocupaciones en los días y meses venideros. En términos de la política de seguridad y defensa recordemos que las principales plataformas aéreas, de combate y helicópteros principalmente, de las FF.AA. peruanas son de procedencia soviética o rusa lo cual demanda una cadena de aprovisionamiento logístico en repuestos y mantenimiento que debemos preservar. 

Sin embargo, debemos ver con cautela cuál será el rol de China en este conflicto, sobre la base de las lecciones de la crisis en Eurasia. La nueva expansión comercial de China es impresionante y la ruta de la seda propuesta por Xi Jinping y que llega incluso hasta puertos peruanos es una realidad que viene contribuyendo a su exponencial crecimiento económico. En este escenario las reclamaciones territoriales sobre Taiwan, “parte inalienable del territorio chino” según recientes declaraciones de voceros oficiales y reivindicaciones en el Mar de la China son motivos de preocupación para occidente y serán una potencial tentación que no dejarían pasar por alto. 

No olvidemos que el Océano Pacífico, mejor dicho, el Indo Pacífico, representa hoy el centro de gravedad del comercio marítimo mundial donde se concentran el 60% del tráfico marítimo y los mayores puertos mundiales que se encuentran en China. Esta amenaza comercial obligó a Biden, luego de la retirada de los EEUU de Afganistán, a suscribir en setiembre del 2021 una alianza militar en el Pacífico denominada AUKUS, acrónimo de sus integrantes, EEUU, Reino Unido y Australia, en contraposición a China a la que podría sumarse Rusia en una posible alianza militar regional en algún momento: Rusia y China no solo son rivales comerciales y geopolíticos para los EEUU y sus aliados, sino además son considerados adversarios estratégicos. 

Por otro lado, China, EE.UU. y la UE son nuestros principales socios comerciales. Esta situación exige al estado peruano a manejar el tema con mucha prudencia tomando en consideración que el Presidente de la República dirige la política exterior del Perú. En esta línea resulta indispensable que se incorpore un gabinete de crisis interministerial que alimente de información y brinde prospectiva al más alto nivel del conflicto Rusia-Ucrania y sus impactos para la mejor toma de decisiones. Torre Tagle sabe perfectamente de ello y debe liderar ese gabinete de crisis para lo cual deberemos mantener un discurso único sobre la situación del conflicto, aun más cuando no sabemos exactamente hasta dónde puede escalar la crisis. 

Al cierre de este artículo Putin ha dispuesto la alerta máxima a las Fuerzas de disuasión nuclear. Ningún escenario por lejano o improbable que parezca debe ser descartado. Lo concreto es que el conflicto Rusia-Ucrania ha abierto un portafolio de impactos que van mucho más allá del conflicto militar y configuraría un nuevo escenario mundial acompañado de múltiples crisis internacionales que nos acompañará en gran parte del siglo XXI. 

Finalmente, lecciones del conflicto para el Perú. Si bien es importante mantener la paz como condición sine qua non para el desarrollo de los pueblos lo cual exige un adecuado nivel en las relaciones entre los países y en caso de desavenencias activar los mecanismos de solución pacífica de controversias, las democracias per se no nos hace inmunes a la posibilidad de un conflicto interestatal lo que obliga a tener una política de seguridad y defensa con FF.AA. en óptimo estado de operatividad y que estas ejerzan disuasión estratégica creíble en el plano militar. 

La pregunta cae de madura, ¿El Perú tiene suficiente capacidad de disuasión estratégica en el plano militar?

Fernando Palomino
02 de marzo del 2022

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