Bye Bye Susana

Todo hace pensar que Susana Villarán será aplastada políticamente por Castañeda

Como si faltara alguna evidencia adicional de que la imagen de honestidad, integridad, pulcritud y moralidad que nos trata de vender la candidata reeleccionista sería, por decirlo de alguna manera, polémica, se ha desatado un nuevo escándalo a propósito del presunto empleo de dinero público para realizar focus group con la intención de determinar quién debería ser el candidato a Teniente Alcalde.

Si se empleó dinero público o no, es un asunto que no puede afirmarse a la ligera y, por cierto, debe ser aclarado (cuanto antes mejor). Sin embargo, sigue sorprendiendo la forma en la que la alcaldesa en licencia y candidata a la reelección reacciona ante las preguntas que la prensa le hace. Esas reacciones han sido la nota característica, a mi juicio, de su gestión: una gestión prepotente y egocéntrica que no ha tenido la capacidad de conectar con la gente. Y es que uno puede, en efecto, estar haciendo una gestión positiva pero sin conexión, sin química, es como pedirle al electorado que deje sus pasiones cuando las pasiones suelen movernos.

Francamente, resulta imposible determinar quién le hizo creer a la alcaldesa Villarán que tenía alguna chance de reelección. Quizás creyó que la victoria del NO en la revocatoria era una victoria suya cuando, en realidad, el electorado limeño apostó por la estabilidad y el orden y no por su gestión. O quizás alguien le ha vendido la idea de que “se atreven y la hacen”. Sería demasiado injusto que califique a la gestión de Villarán como poco eficiente pero, de lo que no tengo duda, es que resulta ser una de las gestiones menos inteligentes en términos de comunicación y estrategia.

La alcaldesa Villarán está próxima a recibir lo que debe ser el mensaje claro y contundente a una gestión, y a una forma de ser, que se ha caracterizado por un matiz arrogante: la absoluta e irremediable pulverización política. Salvo que se produzca un evento trascendente de gran magnitud, todo hace pensar que Susana Villarán será políticamente aplastada por su contendor Luis Castañeda. Para ganar una elección, no basta con atreverse. Se debe abrir los ojos y medir nuestras reales posibilidades de éxito. A juzgar por las encuestas, Villarán no las tiene. Bye Bye.

Por Gustavo Rodríguez García