Dante Bobadilla
Bestialización
Pataneria política y circo jurídico

Creí haberlo visto y oído todo en la política peruana, un escenario invadido de revolucionarios de toda clase, prometiendo reformas urgentes para solucionar por fin nuestros males históricos. De estos lunáticos estoy hasta la coronilla. Salen en cada campaña como invasión de polillas en verano. Ya ni me preocupo por leer sus reformas. Solo cambian mocos por babas y todo sigue igual o peor.
Lo que ahora me sorprende es oír a un chiflado de marca mayor prometiendo fusilar a los ex presidentes, empezando por su propio hermano. Y no lo leo en la página de amenidades ni en las caricaturas cómicas, sino en política, como una entrevista común y corriente. Es el líder de una facción militarizada que ya tiene representantes en el Congreso. Así empezaron los nazis.
Lo penoso es que nadie va a poder detener la bestialización de la política. Si el pueblo alemán, uno de los más inteligentes y cultos de la especie humana, fue incapaz de detener a los nazis ¿qué podemos esperar del pueblo peruano? Acá la gente vive aplaudiendo todo acto de patanería política, como el cierre del Congreso por no ser obsecuente con el poder de turno. Aplaude al dictador pese a sus visibles carencias intelectuales y oratorias, y a su pésima gestión. Acaban de colmar de votos a un personaje folclórico cuya única virtud es posar como macho de callejón, una especie de Roncayulo, si aún recuerdan a este personaje cómico.
A este escenario sombrío de la política debemos sumarle el grotesco circo jurídico, donde la bestialización de la justicia se agudiza con la feria interminables de prisiones preventivas que nadie parece ser capaz de detener. Ni los acuerdos plenarios de la Corte Suprema ni las sentencias del Tribunal Constitucional contra las prisiones preventivas han resultado efectivas para frenar el circo romano de los fiscales y jueces carceleros. ¿Hace falta encarcelar ancianos enfermos como Pedro Pablo Kuczynski, César Villanueva o Luis Castañeda como si fueran delincuentes avezados o terroristas peligrosos? Por supuesto que no. Todo este circo penoso es parte de la bestialización de la justicia y de la sociedad.
Y no hay nadie indignado por estas salvajadas jurídicas, pues prefieren posar como luchadores anticorrupción, para no perder el apoyo de una sociedad que aplaude todo lo que sea cárcel y pena de muerte, y que está ansiosa por lapidar sin juicio a los señalados como corruptos. A todos los que se treparon al poder con su discurso de luchador anticorrupción y usaron el poder para perseguir y estigmatizar a sus enemigos les ha tocado su turno. Pero dudo mucho que a estos jueces y fiscales carceleros, que se solazan en el abuso del poder, les pase algo.
Ya es hora de quitarles el juguete a estos fiscales. Hay que dejar de ver la cárcel como único recurso de castigo. ¿Qué se gana encarcelando a gente que recibió coimas? ¿No basta con hacerles pagar todo lo que deben y condenarlos al ostracismo, sin que puedan incursionar nunca más en la función pública? No entiendo esa manía de ver a la cárcel como única pena. Las cárceles están repletas de hombres que no pagaron su pensión de alimentos. ¿Qué se soluciona con eso? Es una total estupidez. Solo alimenta el morbo de una sociedad envilecida.
La prisión preventiva se defiende con argumentos bobos. Estamos en un mundo en donde es casi imposible que alguien se oculte. La fuga del país no debería contar como causal. Menos aún cuando el Estado tiene el poder de impedir que una persona salga del país. El Estado tiene todo el poder para ubicar a una persona requerida por la justicia. No se puede encarcelar a nadie porque el Estado es incapaz de cumplir sus funciones. También es ridículo que se invoque la obstaculización, cuando hoy los fiscales son súper hombres capaces de tomar todo tipo de medidas para garantizar su investigación. Solo se debe encarcelar a las personas que ya tengan una sentencia judicial o que representen un peligro para la sociedad. Por lo demás, ¿cómo impide la cárcel que una persona influya en otros? ¿Acaso no tienen amigos, socios, parientes, compinches? ¿Acaso no hay extorsiones desde las cárceles? Es absurdo pedir que se encarcele a alguien para que no obstaculice el proceder de los fiscales. Quiten eso.
Alguien debería poner en la agenda legislativa la revisión de estas leyes que han posibilitado el abuso desmedido y cruel de la prisión sin juicio. Lo curioso es que ni el Defensor del Pueblo abre la boca para defender a los ciudadanos de los abusos del Estado. ¿No es esa su función?
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