Tía María lista para iniciar operaciones

Integrantes del Colectivo Ciudadano a favor de Tía María, de Arequipa, han señalado que el proyecto cuprífero se encuentra legalmente listo para iniciar sus operaciones. Sostienen que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) elaborado por la minera Southern Perú responde a todas las inquietudes de la población, y que no existe ni una sola observación de las municipales correspondientes al área de influencia minera. Indican que la Resolución N° 0391 MEM-DGM, de la Dirección General de Minería, deja expedito el camino para que la concesión minera pueda obtener la licencia de construcción correspondiente.

Asimismo, señalan que ya no es necesario un nuevo trámite para obtener la llamada licencia social; al parecer, en alusión a las declaraciones del primer ministro, César Villanueva, quien ha insistido en varias oportunidades sobre la licencia social como requisito no solo para Tía María y otros proyectos mineros, sino también para los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos.

El EIA del proyecto Tía María fue aprobado, sin observaciones, en 2014. El EIA es requisito para gestionar la licencia de construcción de la mina. La Resolución N°0391 MEM-DGM establece la continuación de ese trámite que hace rato debió haberse completado con la expedición de la licencia de construcción. La licencia social —de la que habla el ministro Villanueva y con la que se llena la boca la izquierda extremista que intenta boicotear todas las inversiones mineras— es un proceso contemplado dentro del EIA.

Todos los proyectos mineros nuevos deben elaborar y gestionar un EIA que después debe ser expuesto a la población en diferentes talleres informativos y eventos de participación ciudadana. En una audiencia pública, la información técnica, social y ambiental del proyecto debe someterse a consideración de las autoridades, presidentes de las comunidades, dirigentes gremiales y pobladores. Si en la audiencia la población aprueba el proyecto, se le otorga licencia social. No existe otro trámite ni gestión que tenga sostén legal.

No sabemos hasta cuándo el Gobierno guardará silencio respecto al proyecto Tía María. Durante el discurso de investidura como presidente de la República, Martín Vizcarra no le ofreció al país alguna posibilidad contundente para sacar adelante el proyecto. El primer ministro sí se ocupó de Tía María en un primer momento. Sostuvo que no era posible que con tanta riqueza bajo la tierra exista pobreza sobre la tierra, y que “procurará que Tía María salga adelante este año”. Días después, en un aparente retroceso, afirmó que Tía María solo se concretará si cuenta con licencia social. Cosa que ya es un hecho, por haberse obtenido la aprobación del EIA

El corredor minero del sur está siendo constantemente atacado por los activistas antimineros, que desarrollan paros y manifestaciones violentas argumentando contaminación y desacuerdos con las empresas. En las universidades, medios de comunicación y distintos foros públicos las ONG supuestamente ambientalistas demonizan las actividades mineras con el cuento de la contaminación. Mienten para asustar. No dicen que las mineras modernas y responsables ya operan en el país con los índices más altos en cuanto a cuidados ambientales y sociales.

En el norte, en las comunidades de Michiquillay y La Encañada, un grupo de 800 jóvenes se ha unido para defender el proyecto Michiquillay; así también en el sur aparecen colectivos ciudadanos dispuestos a confrontar al movimiento antiminero y sus relatos llenos de leyendas y fantasías, y cuyo único propósito es detener el desarrollo del Perú. De manera similar, los pobladores de los distritos de Velille, Chamaca y Livitaca (en Chumbivilcas, Cusco) no acatan los paros y las manifestaciones violentas organizados por los seudodirigentes vinculados a la extrema izquierda.

Es decir, el miedo se acabó.