¡Un gobierno para PPK!

Presidente debe concertar gabinete de ancha base

El país ha entrado en una catarata de acontecimientos que lo pueden dividir en dos bandos casi irreconciliables. Cada bando se aferra a su verdad y muestra conductas intolerantes e inaceptables. Todo ello sucede mientras el Perú parece no tener un jefe de gobierno. PPK, nuestro presidente, es incapaz de ponerse el Perú al hombro y apenas puede vestirse de estadista para establecer de una vez una agenda política que corrija el camino.

Todo ello sucede cuando la economía ha empezado a enfriarse. El escándalo de corrupción alrededor de las empresas brasileñas ya ha hecho mella en la economía nacional. Se proyecta una caída del PBI de 1%. Es decir, el Perú crecerá solo alrededor 3% luego de que los analistas proyectaban un crecimiento superior al 4%. Una bajada en 1% del PBI quiere decir 150,000 puestos de trabajo que no se crearán. Pero el presidente no se da por enterado.

¿En qué falla PPK? Muchos analistas sostienen que el gobierno tiene un déficit de política. En esa misma línea se indica que hay mucha tecnocracia y poco tino político alrededor del gobierno y del presidente. Seamos honestos. Algunos sostenemos que PPK ha repartido el gobierno a sus socios, como si gobernar fuera un asunto de repartir feudos. No se entiende muy bien cuál es la visión que tiene el presidente para el Perú.

Uno de los síntomas del desgobierno es que PPK tiene un Gabinete cuyos ministros disparan para todos lados. En los últimos días, la titular de Justicia, Marisol Pérez Tello, el y del Interior, Carlos Basombrío, han tenido yerros colosales. De otro lado, la bancada pepekausa es un cúmulo de nombres sin espíritu de cuerpo.

No es en vano decir que la democracia se juega un partido decisivo. No obstante, el presidente tiene margen de maniobra para convocar nuevamente a la oposición. PPK necesita una jugada que le brinde estabilidad a su débil gobierno. De allí que deba concertar un gabinete de ancha base. Si la política no se controla, la economía sufrirá las consecuencias.

Los síntomas de que PPK no gobierna ya comienzan a dividir a los peruanos. Con el pedido de la Procuraduría de que incluyan al presidente en la investigación de la red de corrupción de Odebrecht, el panorama se ensombrece aún más para su gobierno. ¿Qué sucederá si PPK es acusado, por algún colaborador eficaz, de recibir dinero directamente de empresas brasileñas? Es imposible prever qué pasaría con la estabilidad política y económica del Perú.

Iván Arenas