¿Empieza la resbalosa?

Volver a los temas de fondo en el debate electoral

Tras la previsible exclusión de Acuña y el fin de la “telenovela Guzmán” lo recomendable para la salud del país es que se retome la presentación y debate de las problemas técnicas para resolver la enorme inseguridad, la corrupción que en estos cinco años se ha hecho al galope, la necesidad imperativa de una educación de mejor nivel para nuestros hijos, como hacer la salud realmente más accesible a los más pobres y todos los grandes temas de fondo.

La semana que pasó, la intolerancia violenta y agresiva de una minoría, trató de parecer más numerosa de lo que realmente son (con la amplificación de cierta prensa cómplice del totalitarismo de las felizmente agonizante satraprías del Siglo XXI). En lugar de apoyar a un candidato y votar por él, han optado por el viejo método que tan buen resultado dio al nazismo en Alemania pero estamos en el Siglo XXI y esta vez, aquí en el Perú no pasarán.

Toda esta batahola, azuzada desde Palacio, consiguió, momentáneamente, hacernos olvidar el derrame contaminante de la petrolera estatal, la conexión entre las agendas de Nadine y el caso Lava Jato,  los múltiples indicios de inminencia de fuga de la parejita a Francia o Corea del Sur o a un bonito complejo turístico en la Cuba de sus señores, total, en ningún caso tendrían que pagar alquiler.

En las postrimerías de la anunciada debacle de Acuña y Guzmán, como para que no quede duda, Nadine, en acto postrero, ¨renunció¨ sin avisarle a su otrora alfil callejero, ex lugarteniente de Huamán Azcurra y de inmediato pasó a concentrar su apoyo  en campaña a una sola de sus candidatas, la más cercana a ella y al Comandante (no a Humala, claro está, sino al otro comandante Pana), la más íntima, la de las maletas del dinero blanco de  Diosdado, la de la agenda, esfuerzo en el que cuenta con la ayuda de la mujer del cura Arana en Lima, sorprendiendo incautos y las piedras del ASPRET antaurista en el sur.

El objetivo humalista está cantado, hacer parecer masiva la protesta, a punta de pedrada y cámaras amigas, buscar heridos o muertos (aunque tengan que dispararles ellos mismos por la espalda) para atacar la legitimidad del proceso.

El inicio de esa violencia ultra, que presumiblemente arreciará, como manda el manual, casi encubrió una noticia trágica, que por el misterio que la envuelve lleva a formularnos tres preguntas:

1. ¿Tan insegura es Lima, que el propio hijo de la hermana del Presidente, puede desaparecer un mes, morir violentamente sin visos de respuestas?

2. ¿Si no es pura inseguridad e incapacidad, que motivos llevan a un tío Presidente a no mostrar preocupación y hacerse el sueco?

3. ¿Que sabe y no dice el Presidente que lo lleva a cometer un desatino más disponiendo, mediante una norma de previsible corta vida, que la PNP lo cuide a él, su esposa, sus padres y sus hijos por el resto de su vida?

Como la protección indebida en la casa del condominio en los batallones, todo indica que son preguntas que no se resolverán hasta después de 28 de Julio, cuando pese a sus intentos de boicotear el proceso, se habrán ido. A Lurigancho o a su casa, pero se habrán ido.

¿Sabremos finalmente entonces a quien cuidaban realmente una guardia estacionaria compuesta por tantos policías? Todos los indicios apuntan a que alguien, que solía hablar por satelital con Locumba, prefiere los aires cálidos de Surco a la humedad de la Base Naval. Paciencia, lo sabremos cuando se hayan ido y para eso, felizmente, falta poco.

DARDO LÓPEZ DOLZ