Alberto Orellana

El Informe Kroll, 13 años después

El Informe Kroll, 13 años después
Alberto Orellana
18 de agosto del 2015

Sobre los resultados del Informe sobre corrupción y sus posibles causas.

El 22 de abril último se cumplieron 13 años de la entrega del Informe Kroll sobre Alberto Fujimori, emitido por la compañía Kroll Inc, una consultora de riesgo de cobertura global famosa por haber descubierto fortunas ilegales de dictadores como Ferdinand Marcos, Sadam Hussein o Jean Claude Duvalier. A pesar del tiempo transcurrido y de que el contrato fue pagado con los tributos de los peruanos, el país no puede conocer hasta ahora su contenido. ¿No ha pasado acaso tiempo suficiente para que los ciudadanos lo conozcan?

La historia del informe se remonta al año 2001, cuando el entonces presidente de la Comisión Investigadora del gobierno de Alberto Fujimori, David Waisman, informó a la prensa que el ex mandatario se habría llevado al Japón más de mil millones de dólares sustraídos del Banco Central de Reserva (BCR). Unos días después, el BCR informó que su patrimonio estaba intacto y que no se había producido ninguna sustracción. Con el transcurrir de los meses, se hizo evidente que no había pruebas sólidas que demostraran de manera fehaciente que Fujimori se había enriquecido dolosamente.

En ese contexto, el gobierno de Alejandro Toledo solicitó, en el 2002, la contratación de Kroll Inc., para que rastreara en todo el mundo hasta encontrar la presunta fortuna ilegal de Fujimori. El objetivo del gobierno era reunir las pruebas necesarias para extraditar al ex jefe de estado por el delito de enriquecimiento ilícito.

La prensa informó entonces que probablemente en un mes Kroll tendría la relación de los fondos ilícitos de Fujimori. También se informó que la investigación de la empresa alcanzaría a los familiares y a todas las demás personas cercanas al investigado.

Una vez que la empresa entregó su informe final, el gobierno lo retuvo durante largos meses, hasta que, ante el reclamo de los investigados, decidió divulgar solo un resumen general en el que reconoció que no se había encontrado ninguna cuenta bancaria ilícitas a nombre de Fujimori, pero agregó un párrafo en el que afirmó que eso no descartaba que dichas cuentas pudieran existir en alguna parte. En conclusión no había nada, pero debía quedar la duda, pura política.

Posteriormente, se filtró a la prensa información sobre el informe que nunca fue desmentida por las autoridades. Se supo así que comprendía siete tomos y que no se limitaba a Alberto Fujimori sino también a todo su entorno, inclusive tal vez Vladimiro Montesinos.

Después de haber leído el informe, el presidente Alejandro Toledo decidió declarar “secreto de estado” el documento, sin explicar las razones de esa decisión. Nunca se supo de esas razones, pero debido al secreto Fujimori no pudo solicitar la presentación del reporte ante los jueces que lo procesaron en su momento por cargos de corrupción.

Pero el tema adquirió ribetes de escándalo uno tiempo después, cuando se supo que habían sido robados dos tomos del informe, estando bajo custodia del estado, algo muy extraño. ¿Cómo pudieron desaparecer 2 volúmenes? ¿Las personas encargadas de su custodia fueron investigadas y sancionadas? Estas preguntas siguen en pie.

La sospecha es que los volúmenes robados contenían los nombres y cuentas de políticos sobornados por Montesinos, entre los cuales estarían algunos personajes con poder o mucha influencia en los gobiernos que sucedieron a Fujimori.

Nadie puede negar que en el gobierno de Fujimori hubo corrupción. Allí están las cuentas de Montesinos que hablan por sí solas, pero una corrupción no puede ser usada para tapar otra, y al parecer eso es lo que se habría hecho con el informe Kroll, el cual algún día tendrá que salir a la luz, tarde o temprano.
 

Por Alberto Orellana Kontoguris  - @AlbertoOK1

Alberto Orellana
18 de agosto del 2015

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