Juan Carlos Valdivia

Abuso de poder

Abuso de poder
Juan Carlos Valdivia
04 de octubre del 2016

Los excesos de la Comisión de Fiscalización del Congreso

El ex presidente de la Sociedad Nacional de Industrias se ha quejado del trato recibido en la Comisión de Fiscalización. Congresistas empoderados que le reclaman a un personaje por dar su tiempo, de manera gratuita, para colaborar en la organización de una competencia internacional. En cada nuevo periodo parlamentario, dada la renovación que se suele producir en el Legislativo —por lo menos en este siglo— lleva por lo menos un año en que los congresistas tomen conciencia del poder que han recibido de la ciudadanía. Más aún cuando la mayoría parlamentaria dependía de lo decidido en Palacio de Gobierno y los ministros de Estado aparecían con mayor predicamento que los congresistas.

Este es un Congreso diferente, que ha hecho sentir su poder al Ejecutivo desde el inicio. Y los congresistas ya han reparado en que su poder es mayor al de los ministros y funcionarios públicos. Luis Salazar, a cargo de la organización de los Panamericanos, ha sido víctima de estos congresistas empoderados. Y como una persona de honor, ha renunciado al no estar dispuesto a ser maltratado injustamente.

El balance de poderes es que no existan poderes que puedan abusar, y que el ciudadano tenga la opción del otro poder al que recurrir para contrapesar alguna injusticia. Los congresistas pueden investigar, pueden preguntar; pero no deben pasar por encima de principios elementales de respeto a la presunción de inocencia, y especialmente del respeto a la dignidad de la personas. Cuando en una comisión un grupo de parlamentarios hace abuso de su posición solo puede generar rechazo en los ciudadanos. Ese es el principal reto del fujimorismo hacia adelante. Ejercer control sin excederse ni pasar por encima de los derechos de los ciudadanos, sean estos funcionarios públicos o no.

En el Congreso es natural que los intereses colectivos, e incluso algunos privados, guíen la acción de los parlamentarios. Ya se ven los intereses en algunas declaraciones de congresistas: las pesqueras, las universidades, los alcaldes, son grupos de interés que están haciendo notar su peso específico en el debate público. Y quizás con justo derecho, como cualquier otro grupo. Pero lo cierto es que estos intereses no pueden sobreponerse a los del país. Y no pueden afectar la dignidad de aquellos que deciden servir a su país, dejando de lado otras opciones.

El equilibrio y la justicia en el ejercicio del poder, buscando representar los intereses de la mayoría, son virtudes que deben aprender en la mayoría parlamentaria. El abuso del poder solo traerá un deterioro mayor en la democracia.

Juan Carlos Valdivia

 
Juan Carlos Valdivia
04 de octubre del 2016

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