La comisión de Constitución del Congreso de la R...
El congresista José Williams de Avanza País, ex general EP (r), fue elegido presidente del Congreso con 67 votos a favor; en tanto que Luis Aragón, de Acción Popular, sumó 41 votos. En la votación legislativa de segunda vuelta hubo 13 votos viciados y 3 en blanco (Perú Libre de Vladimir Cerrón).
La elección de Williams tiene un gran simbolismo porque se produjo el 12 de septiembre. Es decir, el mismo día que tres décadas atrás, el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía Nacional, capturó a Abimael Guzmán y comenzó a desbaratar el comité central del senderismo terrorista. Williams fue jefe de los comandos de Chavín de Huántar que lograron rescatar a los rehenes del terrorismo en la embajada de Japón de Lima. De alguna manera, pues, la elección de Williams representa un devastador golpe contra la amenaza la bolivariana en el Perú y todos los relatos progresistas que le negaron al país la celebración nacional por la victoria sobre el terrorismo.
Asimismo, vale señalar que la elección de Williams posibilitó reconstruir la unidad de la oposición, que había sido resquebrajada de gravedad cuando un sector de ella se sumó a la censura que promovió el comunismo en contra de la ex presidente del Legislativo, Lady Camones. En cuanto a la reconstrucción de la unidad de la oposición, es necesario reconocer los esfuerzos de Fuerza Popular y la madurez de Alianza para el Progreso y otros sectores. Si no hubiese habido grandeza en la oposición y los votos viciados en blanco de Perú Libre, de Vladimir Cerrón, hoy podríamos lamentar que la mesa directiva del Legislativo estuviese controlada por un partido del eje bolivariano o por el sector de los llamados “niños” del Congreso.
Ahora que ha sido posible reconstruir la unidad de la oposición es necesario que ella reinvente su mensaje y las propuestas para superar el desgobierno nacional que han creado Pedro Castillo, Perú Libre y el Movadef. Y una de las claves para reinventar a la oposición pasa por entender que la propuesta de la vacancia por incapacidad moral del jefe de Estado debe continuar. Sin embargo, también se debe comprender que es un proceso en el que se deben sumar los votos necesarios en el Congreso. Si la oposición se reduce a vacancia o no vacancia, sin contar con los votos, entonces el amplio espectro opositor se volverá a fracturar favoreciendo al gobierno de Pedro Castillo.
Al lado de la estrategia que busca sumar los votos para la vacancia y el inicio de una transición política, la oposición en el Congreso debe ser capaz de representar los intereses generales de la población. Por ejemplo, hoy existe menos empleo y menos reducción de pobreza porque los anuncios del gobierno acerca de la constituyente y las nacionalizaciones y la promulgación de decretos laborales en contra de la inversión, simplemente, han ahuyentado cualquier posibilidad de nuevas inversiones. ¿Por qué el Congreso no deroga los decretos laborales que prohíben la tercerización laboral y fomentan el sindicalismo y la liberación extrema del derecho de huelga? ¿Acaso no se entiende que esos decretos laborales fueron promulgados para alentar la guerra de clases y ahogar la inversión privada? ¿Acaso no se entiende que sin nuevas inversiones no se crean nuevos empleos?
Una estrategia que combine los objetivos de mediano y largo plazo con los inmediatos permitirá a la oposición mantener la unidad, organizar las reformas constitucionales y legales imprescindibles para desarrollar la transición del desastre del gobierno de Castillo y, sobre todo, avanzar en la construcción de una alternativa nacional frente al derrumbe de las propuestas colectivistas y el desmoronamiento de los relatos progresistas.
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