La comisión de Constitución del Congreso de la R...
¿Por qué marginar a universidades societarias y públicas del nuevo sistema?
En el sistema universitario del país se espera que culmine el proceso de creación de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunedu, dependiente del Ministerio de Educación) y que se respete todos los modelos de universidad que han posibilitado la creación de universidades de excelencia, pero también de claustros cuestionables. Del lado de las universidades societarias o privadas también se espera que cualquier sesgo en contra de la inversión privada sea erradicado de la Sunedu.
Como ya hemos sostenido en este Portal, el modelo de universidades asociativas –que tienen sistemas de autogestión interna- ha creado buenas y malas universidades. Un ejemplo de excelencia son las universidades Católica, Pacífico y Cayetano Heredia frente a la terrible y lamentable experiencia de la Garcilaso.
En el caso de las universidades públicas, claustros como la Universidad Agraria mantienen altos estándares de calidad frente a la mediocridad de muchas. Con respecto a las universidades societarias, la UPC, San Ignacio de Loyola, la Científica del Sur, la Continental, son ejemplos de excelencia y reconocimiento académico frente a las malas universidades de este rubro. Sin embargo toda la campaña para la creación del Sunedu y la evidente violación de la autonomía universitaria se hizo señalando que todo lo malo estaba “en la inversión privada”, “en las universidades negocio o de lucro”.
En este Portal hemos abundado en detalles sobre qué extraños intereses se movían detrás de esta campaña. Ahora es momento de mirar adelante y morigerar cualquier intención de imponer un modelo de universidad. Y una de las claves pasa porque la conformación de la Sunedu refleje todos los modelos de universidad que se desarrollan en el sistema. Por ejemplo, el Consejo Directivo de la Sunedu es la instancia donde debería expresarse esta pluralidad.
Este Consejo está integrado por la Superintendente, un representante del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación Tecnológica y 5 miembros designados por concurso público. Al respecto, vale recordar que recientemente se nombró a los integrantes de la comisión encargada de llevar adelante el señalado concurso: Gustavo Yamada, de la Universidad del Pacífico; Fabiola León Velarde, de la universidad Cayetano Heredia; y Flavio Figallo, viceministro de Educación. Como se observa no hay representantes de las universidades societarias ni públicas.
Las comisiones encargadas de organizar la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (SUNEDU) y reorganizar el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE), de una u otra manera, están siendo copadas por representantes de las universidades que asesoraron al congresista Daniel Mora en la elaboración de la polémica ley universitaria que crea la Sunedu. ¿Se persistirá en el sesgo contra la inversión privada y la marginación de las universidades públicas?, es la interrogante sobre la mesa.
En el caso de las universidades privadas, nada puede justificar la voluntad de excluir. El avance vertiginoso de las universidades societarias ha sido corroborado por el ranking de la calidad educativa universitaria 2014 de la revista América Economía, en el que aquellas ocupan lugares destacados. Este solo hecho sugiere que esas universidades tienen una valiosa experiencia que aportar. Además, la presencia de las universidades societarias y públicas en estos organismos garantizaría que la SUNEDU y el SINEACE se constituyan como instituciones estrictamente técnicas y ajenas a cualquier prejuicio anti inversión privada.
En todo caso, la conformación de un Consejo Directivo de la Sunedu plural representa un buen momento para superar los conflictos y enfrentamientos que ha desatado la promulgación de la ley universitaria del general Mora. Ver para creer.
10 - Abr - 2015
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