La comisión de Constitución del Congreso de la R...
Coyuntura le plantea oportunidad histórica al partido de Keiko Fujimori
La jefa del Gabinete Ministerial, Ana Jara, ha comenzado un largo y tortuoso peregrinaje para conseguir el voto de confianza del Congreso de la República. De pronto, por esas cosas que suelen suceder en el Perú, una mayoría se convierte en minoría y se ve obligada a negociar con grupos de escasa representación parlamentaria. Para todos es conocido que la soberbia e impericia de la señora Nadine Heredia desencadenó una nueva escisión de la bancada nacionalista.
Pero más allá de cualquier análisis acerca del oficialismo, el problema es que las minorías de izquierda comienzan a utilizar las conversaciones con Jara para restaurar la recientemente eliminada tramitología ambiental que bloquea la inversión privada en recursos naturales, para modificar la política energética y detener los tímidos intentos de reforma en Educación y Salud.
Este Portal sostiene que la principal fuente de ingobernabilidad en el Perú ha sido la conducta del gobierno. Y también sostenemos que el Congreso debe ahora convertirse en una fuerza a favor de la gobernabilidad que ponga por delante la lucha contra el frenazo de la economía y la inseguridad ciudadana, e impulse las reformas estructurales que el país necesita para seguir creciendo y reduciendo la pobreza.
¿Cuál es la responsabilidad de los grupos políticos que defienden la democracia y el mercado frente al cuoteo y la feria que pretende imponer el estatismo en el Congreso? Por esas cosas del azar, el fujimorismo, con sus 36 congresistas, puede convertirse en uno de los pilares de la gobernabilidad a favor de las reformas, pero, además, puede llevar al límite el compromiso que ha manifestado Jara afirmando que una eventual reelección conyugal es imposible porque la legislación electoral no lo permite.
Existen momentos en la historia en que las corrientes políticas, al margen de sus pasados recientes, se convierten en protagonistas del futuro de un país. Por ejemplo, el Partido Popular español que, a contracorriente de su pasado y tradición franquista, ha contribuido y contribuye a consolidar una democracia que ha resistido intacta la reciente crisis económica española, una de las peores de su historia, y ahora ha retomado el camino de las reformas estructurales que le permiten a España volver a la senda del crecimiento económico,
Los constitucionalistas nos enseñan que no puede haber democracia sin la asamblea que represente y exprese la pluralidad política de un país, pero la historia también le enseña a los peruanos que el cuando el Congreso desarrolla una labor obstruccionista, la democracia se precipita al abismo. Allí están los sucesos de 1945, 1968 y 1992 que terminaron en interrupciones constitucionales.
El fujimorismo tiene, pues, la gran responsabilidad y oportunidad histórica de convertirse en uno los ejes de la gobernabilidad y una fuerza con credenciales democráticas que hasta sus peores enemigos tendrán que reconocerle. Siempre las historias de los grandes partidos democráticos han estado vinculadas a la salud del sistema y de la libertad.
COMENTARIOS