La comisión de Constitución del Congreso de la R...
El 29 y 30 de marzo más de 800 personas se reunirán en Lima para consolidar la movilización internacional en defensa del Estado de derecho en el Perú, y contra el intento de los sectores del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla de construir narrativas que victimizan a Pedro Castillo y el golpe de Estado que intentó perpetrar contra la democracia peruana. El evento será inaugurado por Rocío Monasterio, diputada y portavoz de Vox en Madrid, y contará con la participación de Rafael López Aliaga, alcalde de Lima.
Vale recordar que luego del fallido golpe de Pedro Castillo y la violencia insurreccional que se desató en contra del Estado de derecho, los gobiernos del eje bolivariano –Venezuela, Colombia, Bolivia, Chile, Venezuela, Cuba y México– iniciaron una feroz campaña que presentaba a Pedro Castillo, no como el golpista y acusado de corrupción –como se tramitaba en la justicia peruana– sino como “el jefe de Estado humilde que había padecido el golpe de una oligarquía”.
En este contexto, el Foro de Madrid inició una movilización internacional que se expresó Carta Abierta dirigida a Luis Almagro, secretario general de la OEA, firmada por 118 parlamentarios de Iberoamérica y Europa. En la misiva se respalda el proceso mediante el cual las instituciones tutelares de la República se defendieron del golpe perpetrado por Castillo y el eje bolivariano.
El Perú entonces tiene que extender su agradecimiento al Foro de Madrid, una convergencia internacional de demócratas, conservadores y liberales que se oponen a las estrategias autoritarias y populistas del eje bolivariano. Estrategias que se desarrollan con intensidad en los países de América Latina y la propia España. Planteadas las cosas así, es necesario subrayar algunas novedades ideológicas, políticas y culturales que nos trae la movilización del Foro de Madrid.
Entre los principales animadores del Foro de Madrid –como Vox de España y otros partidos de la nueva derecha regional– se percibe la voluntad de desarrollar la guerra cultural como aspecto clave en la lucha por la democracia, la libertad y la continuidad de los sistemas republicanos.
A nuestro entender, esta es una tendencia extremadamente constructiva que puede ayudar a renovar a los movimientos democráticos de la región, que han sido derrotados por las estrategias del Foro de Sao Paulo. ¿A qué nos referimos? En Iberoamérica, los sectores que respaldan la democracia y la economía de mercado, en las últimas décadas solo se dedicaron a defender la inversión privada, el crecimiento y el proceso de reducción de pobreza. Algunos incluso creyeron que los latinoamericanos podríamos estar cerca de una especie de fin de la historia. El crecimiento económico y la reducción de pobreza en Chile (-8% de la población) y Perú (-20% de la población), y la consiguiente expansión de las clases medias, nos llevó a creer que la estabilidad y la continuidad del modelo estaban asegurados.
Sin embargo, el octubrismo en Chile –que desató “el momento constituyente” que destruye el país del sur– y la desgraciada elección de Castillo en el Perú nos recordaron que los hombres no solo comen pan, sino también relatos e historias. Chile y Perú, las estrellas del mundo emergente, habían crecido como nunca, pero todas las narrativas dominantes de la sociedad habían sido construidas por los enemigos de la libertad y el mercado. Allí están la supuesta defensa de los Derechos Humanos, las narrativas del ecologismo radical anti inversión, la conocida ideología de género, entre otras estratagemas.
La convergencia y encuentro que se desarrollan en el Foro de Madrid comienzan a recuperar la importancia de la cultura y la guerra cultural en la defensa del Estado de derecho y las libertades. El Foro de Madrid debe seguir avanzando e incorporando a los más amplios sectores de Iberoamérica, dispuestos a confluir en la defensa de la libertad y los valores de Occidente, hoy claramente amenazados por la estrategia y geopolítica del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.
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