La comisión de Constitución del Congreso de la R...
Sobre el curioso pedido de vacancia de la presidencia presentado al Congreso
El dirigente de la minería informal, Víctor Chanduvi, y Jorge Paredes Terry (ex asesor parlamentario de Daniel Abugatás) acaban de presentar un pedido de vacancia presidencial en la mesa de partes del Legislativo. Los argumentos que plantean son bastante curiosos: que Ollanta Humala no es quien gobierna sino Nadine Heredia, y que abandonó el plan original de la Gran Transformación. La solicitud está firmada por 52 dirigentes mineros informales.
Ante la curiosa solicitud de los mineros informales, habría que recordar que no estamos hablando de una institución sectorial, local o cualquier entidad del Estado. Estamos hablando de la Presidencia de la República, de la Jefatura del Estado, una de las dos instituciones que elige el soberano, es decir, el electorado nacional. La otra es el Congreso, la asamblea donde se expresa la pluralidad de la comunidad política. En la Presidencia y el Legislativo se deposita la voluntad popular. Sin ambas instituciones no hay estado democrático.
Una de las razones del porqué la democracia se preserva durante tres períodos democráticos se explica por el respeto a la institución presidencial. Quizá fue durante la administración de Alejandro Toledo cuando la posibilidad de la vacancia por incapacidad moral estuvo más cerca, debido a que el entonces mandatario se negó reiteradamente a reconocer la paternidad de su hija Zaraí. Claro que esta situación también fue alimentada por la débil aprobación del régimen toledista y por la inexperiencia de una oposición que volvía a experimentar la democracia.
Hoy los mineros informales arguyen que el jefe de Estado no gobierna sino su esposa. Es decir, cuestionan un estilo de gobierno que se expresa en las relaciones de la Primera Dama con sus ministros y congresistas. En otras palabras, cuestionan un estilo que ha sido parte fundamental de las críticas de la oposición a este gobierno.
Sin embargo, ¿es motivo para plantear una vacancia presidencial? El argumento de una oposición que se enfrenta a la permanente polarización de un régimen no puede confundirse con las pequeñas miserias de una dirigencia sindical que, en su afán de avanzar, quizá no le importe el edificio constitucional del país. Los mineros informales pueden ser irresponsables, la oposición democrática de ninguna manera.
Vale también recordar que, si en Ecuador y Bolivia, dos líderes populistas como Rafael Correa y Evo Morales, terminaron tragándose la democracia y el equilibrio de poderes, se debió la endémica inestabilidad política. Los presidentes de esos países se cambiaban como una muda de camisa hasta que vino el autócrata carismático que se encaramó en el poder. Nosotros evitamos el precipicio de una vacancia de Toledo y enrumbamos por la ruta correcta.
En este Portal hemos criticado sin ambages las intromisiones de Heredia en la función ministerial y congresal y también hemos sumado fuerzas para neutralizar cualquier ensayo autoritario. Ahora nos toca defender abiertamente, sin reparos, la institución presidencial de nuestra democracia. No se trata de Humala sino de una de las instituciones tutelares del sistema.
No es grato defender a un jefe de Estado que fomentó una polarización política sin cuartel, que hizo guiños al estatismo con consecuencias irreparables para la confianza empresarial, y que, finalmente, terminó desacelerando la economía. Decimos que no es grato, pero los demócratas y libertarios defienden a sistemas y no a personas. Defender la institución presidencial es una de las formas más efectivas de garantizar el relevo del poder en el 2016 y, como ya sabemos, la alternancia es la forma y el fondo de la democracia.
24 - oct - 2014
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