La comisión de Constitución del Congreso de la R...
Cómo el MEF promueve reformas y Humala dinamita puentes con la oposición
¿Cómo entender que cuando el el titular de Economía, Alonso Segura, anunciaba medidas tributarias audaces a favor de la reactivación económica, que deberán ser aprobadas por el Congreso, el presidente Humala encendiera el ventilador para agredir a la oposición? ¿Cómo entender los estados de manía, hipomanía y depresión de la política nacionalista con la sobriedad y perspicacia de los ministros de la producción? ¿Hay una política absolutamente divorciada de la política económica?
Humala se sacó la camisa y dijo que “el fujimorismo tenía su origen en una cloaca” en la misma fecha en que Segura anunciaba una de las medidas tributarias más revolucionarias de los últimos tiempos. El titular del MEF se había decidido por la reducción de los impuestos para inyectar liquidez a la sociedad, a los sectores privados, como la manera más eficaz de enfrentar la desaceleración económica.
Se anunciaba que se iba a reducir el Impuesto a la Renta de los contribuyentes de cuarta y quinta categoría que ganen desde 7 UIT (S/.26.600) hasta 12 UIT (S/.45.600) al año. La reducción del 15% actual al 8% se efectivizará a partir del 2015. Otra de las iniciativas más ambiciosas del MEF era la propuesta de reducir el Impuesto a la Renta de Tercera Categoría que grava las utilidades de las empresas. La tasa pasará del 30% actual hasta un 28% el 2015, 27% el 2017 y 26% el 2019.
Con estos anuncios el Perú avanzaría en competitividad y, considerando que Brasil ha entrado en un marasmo económico, que Venezuela y Argentina han entrado en la cueva oscura de la recesión, se dispondría a pelear el capital extranjero que llegaba a América Latina. Quedábamos de igual a igual con nuestros socios de la Alianza del Pacífico. Nosotros reducíamos impuestos corporativos mientras Chile los subía. Es decir, nos volvíamos más atractivos que la estrella latinoamericana de las últimas décadas. Era motivo de una fiesta, de una campaña general de parte del oficialismo, pero el jefe de Estado embarraba el espacio público.
La oposición en vez de colocarse detrás de la iniciativa ministerial en contra de la desaceleración se dedicó a responder la pedrada presidencial. Hubo altura en la respuesta y la figura del Jefe de Estado se fue achicando, se llenó de jirones y todos nos preguntamos hacia dónde van las cosas.
Es evidente que a la mal llamada pareja presidencial se le viene una noche. Se notan muchos cables que conectan los casos de Óscar López Meneses y de Martín Belaunde Lossio con la cúpula más alta de Palacio. Es evidente también que la oposición fujimorista ha decidido radicalizar su oposición, quizá sin tener consciencia de que los buenos choferes y los buenos políticos saben cuándo apretar el acelerador, para llegar a las rutas indicadas.
Pero lo que es incuestionable es que el abismo entre la pareja presidencial y los buenos ministros nos acompañarán hasta el último minuto del relevo presidencial. Al respecto, la oposición democrática debería entender que la desaceleración económica antes que producir la desesperación estatista de la intervención empresarial o el gasto contra cíclico está generando reformas económicas e institucionales cuyos resultados beneficiarán, principalmente, al siguiente gobierno. Tremenda paradoja. Las reformas nacen de la misma administración donde se vinculan cloacas con oposición.
¿Cómo actuar ante un gobierno bifronte? Nadie le pide a la oposición que renuncie a la fiscalización. Demasiadas cosas inaceptables se empiezan a conocer. Pero el intento de reforma tributaria, los proyectos en transporte, la reforma educativa, la reforma del servicio civil, deberían ser preservados y continuados por cualquier administración. No se puede pagar con la misma moneda con que pagó el nacionalismo a los avances en reforma educativa de la anterior administración. En todo caso, la oposición tiene la palabra.
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