Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
Los planes del radicalismo magisterial no se detienen, continúan con su estrategia de copar todo el magisterio nacional con el objeto de detener la política meritocrática en la escuela pública y promover el clientelismo entre sus afiliados, por encima de los intereses de los niños pobres del Perú. Una buena escuela pública solo beneficia a los escolares de menos recursos.
Luego del estrepitoso paro del pasado 25 de octubre, los sectores radicales del magisterio organizaron un Congreso Nacional Estatutario de las Bases Regionales, con la finalidad de crear un nuevo sindicato magisterial al margen de la institucionalidad del actual SUTEP nacional. El mencionado congreso se realizó el 28 de octubre, y uno de sus principales acuerdos fue la organización de la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (FENTEP)
La creación de la FENTEP es el objetivo principal del sector que lidera Pedro Castillo y que se propone conseguir el reconocimiento sindical del Estado para desplazar a Patria Roja de la interlocución con el Ejecutivo. Para persistir en esa estrategia, el sector de Castillo se plantea desmontar la política meritocrática en la escuela pública y radicalizar todas las medidas de lucha.
Aún cuando existen cuestionamientos centrales contra la legitimidad de Castillo como dirigente magisterial, su protagonismo es real por haber creado un Comité Nacional de Lucha reconocido por amplios sectores de maestros que impulsaron la pasada huelga de cincuenta días. Castillo y sus colaboradores más cercanos —vinculados al Comité Nacional de Lucha y Reconstrucción (Conare), de tendencia senderista y que, según diversas fuentes, controla 11 de las 25 regiones del país— ahora impulsan a la consolidación de esta nueva central sindical magisterial. En este esfuerzo parece existir una alianza entre el Movadef senderista y el MAS de Gregorio Santos, partido en el que milita Castillo. En otras palabras, surge un frente único radical que busca arrebatar a Patria Roja, contra viento y marea, el control del actual SUTEP.
Ante la ofensiva de Castillo, el secretario general del Sutep Cusco, profesor Ernesto Meza, desconoce la legitimidad de la llamada Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (FENTEP). Meza le ha dicho a este portal que esa es una estrategia divisionista en la que participaron profesores que no son reconocidos como dirigentes ni por sus bases ni por las autoridades del Ministerio de Trabajo, porque sus nombres no están anotados en en las hojas del Registro de Organizaciones Sindicales (ROS) y, por tanto, cualquiera de sus actos carece de legitimidad alguna. Meza señala, además, que los dirigentes de Arequipa, Lima provincias, Ica, Pasco, Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad —con quienes se encuentra en constante comunicación— también rechazan la conformación de esa Federación. “De los 25 representantes de las regiones, solo cuatro —entre ellos los Apurímac y Madre de Dios— tiene su registro ROS”, asevera el profesor Meza.
Vale añadir que existe una clara división entre los maestros que responden a distintas ideologías de izquierda. Conare, por ejemplo, controla las regiones de Junín Huancavelica, Ayacucho, Ucayali y Cajamarca; mientras que los pukallactas tienen el dominio en Cusco, Madre de Dios y Puno. Y en el resto de regiones, Patria Roja todavía tiene el control. Al respecto vale añadir que la prédica principal de Conare es que el principal enemigo “de clase” son los dirigentes del SUTEP y el PC Patria Roja.
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