Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
El Consejo Nacional de Educación (CNE) volvió a pronunciarse en contra del proyecto de ley 1587, que pretende nombrar de manera automática a los docentes contratados por más de tres años, al margen de la Carrera Pública Magisterial. La declaración se produjo luego de que el presidente de la Comisión de Educación del Congreso, José Balcázar, se pronunciara a favor de la insistencia de la mencionada iniciativa. El CNE ya había expresado su oposición al señalado proyecto que hace trizas la actual Carrera Pública Magisterial.
Como todos sabemos, de un total de 400,000 maestros en el país más de 220,000 ya forman parte del sistema meritocrático que establece la Carrera Pública Magisterial. Si en el Congreso se insistiera en el proyecto 1587 sería evidente que el Legislativo se ubicaría en abierta oposición a las demandas de las familias –sobre todo las más pobres– y la comunidad magisterial de buena voluntad, que exigen meritocracia en la docencia. Y por otro lado, el Legislativo favorecería abiertamente los intereses del Frente Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú (Fenatep), sindicato reconocido por el Gobierno de Castillo, de clara filiación maoísta y comunista, cuyo principal objetivo es el nombramiento automático de maestros, al margen de calidades académicas y en contra del futuro de los niños. Para el sindicato maoísta lo único que importa es que el docente se convierta en herramienta de su estrategia de poder a través del adoctrinamiento marxista.
El respaldo de Balcázar desde la comisión de Educación del Legislativo al cuestionado proyecto es extremadamente grave, porque ignora que alrededor de 130,000 contratados esperan las evaluaciones descentralizadas para seguir avanzando en el sistema meritocrático. Todos ellos pasaron los exámenes escritos y serán evaluados en clases magistrales y entrevistas personales, y se sopesarán los respectivos currículos, para ocupar las 100,000 plazas disponibles de la primera escala magisterial. De esta manera solo 80,000 maestros quedarán en la situación de contratados, de un total de 400,000. ¡Tremenda noticia!
La nueva gestión en el Ministerio de Educación (Minedu), pues, está pisando el acelerador de la reforma meritocrática del magisterio, superando las estrategias comunistas y progresistas para convertir a los maestros en adoctrinadores de marxismo o de la llamada ideología de género.
Igualmente, el respaldo de Balcázar al cuestionado proyecto de nombramiento automático de los docentes –tal como la acaba de señalar Idel Vexler, ex ministro de Educación– es un golpe letal al concurso para acceder desde la segunda escala de la carrera magisterial hasta la octava, en el que participan más de 40,000 maestros. Asimismo, se pone en cuestión el concurso para cargos directivos de las escuelas, en el que participaron más de 30,000 profesores.
Como se aprecia, las corrientes de izquierda, ya sea en sus versiones comunista o progresistas, suelen entender a la escuela como un escenario principal de su guerra cultural, de promoción de sus ideologías. En ambas versiones de la izquierda el futuro de los niños, sobre todo el de los más pobres, es una cifra fría o un daño colateral.
Luego del Gobierno de Pedro Castillo y el cogobierno que hubo entre el Minedu y el Fenatep en las políticas educativas en contra de la meritocracia magisterial, ha quedado en absoluta evidencia la enorme importancia de la educación y la escuela en el futuro de la democracia y libertad. El colegio debe convertirse en un espacio de tolerancia de todas las interpretaciones y aproximaciones y, de ninguna manera, en una caja de resonancia de las ideologías totalitarias del comunismo y del progresismo.
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