Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
¡SUTEP pretende detener carrera pública magisterial!
El jueves pasado el Sindicato Único de Trabajadores por la Educación Peruana (SUTEP), convocó a sus 180,000 afiliados a un paro por 24 horas exigiendo al gobierno pepekausa el incremento del salario a S/ 2,000 para el primer escalón y la suspensión de la evaluación a los docentes que se debía hacer en setiembre próximo. Sobre ello, la titular de Educación, Marilú Martens, ha declarado que el gobierno y el SUTEP han llegado a un acuerdo en el que el incremento salarial se hará sobre las 30 horas pedagógicas, se pagarán las deudas sociales —luto, sepelio y compensación por tiempo de servicio (CTS)— y se incrementarán de 22,000 a 34,000 las plazas para la nueva evaluación nacional de la carrera pública magisterial.
Las recientes declaraciones de la titular del Minedu ponen más dudas que certidumbres a la continuidad de la reforma meritocrática en la educación. ¿Por qué? De alguna u otra manera, ante la amenaza de un paro indefinido gremial, el gobierno pepekausa se ha dejado torcer la mano: habrá un incremento del salario, pero sin la ampliación de las horas pedagógicas de 30 a 35 horas, como era la propuesta inicial del Minedu. Sobre la Evaluación de Desempeño Docente, el Minedu desarrollará jornadas de capacitaciones sobre los criterios e instrumentos para la evaluación, pero no se han establecido las fechas. Con ello, todo indica que la evaluación docente de setiembre no se realizará. Esta decisión ha sido celebrada como una victoria por el gremio de maestros, que han llegado a publicar un comunicado en el que se indica que “la evaluación docente se ha postergado de forma tácita”. Si lo que dice el SUTEP es verdad, entonces el Minedu ha retrocedido en el proceso de la reforma meritocrática para mejorar la educación peruana, que hoy ocupa el lugar 127 de 138 economías a nivel mundial en calidad del sistema educativo. En todo caso, la ministra Martens nos debe una explicación.
El radicalismo marxista que hoy gobierna en ciertos sectores del SUTEP y en otras organizaciones como Conare (ligada a Sendero Luminoso) ahogó la meritocracia en la educación. Con el control de los tercios estudiantiles se nombraron a los profesores por criterios ideológicos, al margen de sus capacidades, hecho que significaría luego la manipulación del magisterio y de la escuela pública. El SUTEP se ha convertido en la muralla contra cualquier reforma meritocrática en la escuela pública, y los sucesivos resultados en las pruebas internacionales sobre calidad educativa nos demuestran la profundidad de las desgracias de la educación nacional.
Antes es bueno conocer qué es la reforma magisterial meritocrática. Desde el gobierno de Alejandro Toledo —seguido por el de Alan García—, de una u otra manera se comenzó a quebrar la dictadura sindical del SUTEP y empezaron las evaluaciones y promociones de los profesores. En el 2007 —durante la gestión de Antonio Chang— se promulgó la Ley de la Carrera Pública Magisterial, que creaba ascensos a partir de criterios meritocráticos. En cinco niveles, a través de evaluaciones cada dos años, se le permitía al docente duplicar su salario. Sin embargo, la ley fue rechazada por el SUTEP y en el 2012, con Patricia Salas —durante el gobierno nacionalista— se reformó la ley magisterial y se establecieron ocho escalas y evaluaciones cada tres años.
El proceso que se había interrumpido con la ex ministra Salas volvió a ser retomado por el ex ministro Jaime Saavedra. Al margen de los continuos desaires al sector privado —se le trató de excluir de la reforma— Saavedra recompuso la carrera meritocrática. Al César lo que es del César. Durante la administración de Saavedra el salario de los maestros se incrementó en 44%, el presupuesto asignado a Educación llegó a 3.85% del PBI, se incrementó el gasto por alumno —de UD$ 650 a US$ 1,100—, se implementó la jornada escolar completa en 1,600 colegios públicos. Si miramos las cosas del lado del gasto hay voluntad, pero es aún insuficiente.
En el Perú existen 340,000 maestros, de los cuales 200,000 están en calidad de nombrados. Durante los últimos tres gobiernos se convocó a concursos públicos que permitieron nombrar a 36,000 maestros mediante criterios estrictamente meritocráticos. Igualmente dichos concursos permitieron designar a 12,000 directores sobre la base de elevados estándares de evaluación. No obstante, el lado B de la gestión de Saavedra es que solo se nombraron 8,000 profesores, y ninguno se nombró en la sétima y octava escala.
Hoy el SUTEP sostiene que ha logrado “tácitamente” que el gobierno pepekausa postergue la evaluación docente. No obstante, la ministra Martens dice una cosa y el gremio de profesores otra. En todo caso es necesario aclarar las cosas en asunto fundamental para el futuro del Perú.
Fotografia: Educaciónenred.com
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