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El 8 de marzo venció el plazo de inscripción para los profesores interesados en participar en el concurso de nombramiento 2019, organizado por el Ministerio de Educación (Minedu). Los profesores que aprueben la Prueba Única Nacional (PUN) del concurso, a realizarse el 21 de julio próximo, ingresarán a la Carrera Pública Magisterial o serán parte de un cuadro de méritos para las contrataciones 2020 y 2021. De esta manera se continúa implementando la meritocracia en la educación pública peruana.
Los concursos de méritos organizado por el Minedu tienen como principal objetivo el nombramiento progresivo de, al menos, el 75% de los docentes en los colegios públicos en el 2022. El país no puede estar rezagado en educación. El currículo educativo y la evaluación del proceso de aprendizaje de los escolares son importantes para la formación de personas innovadoras, capaces de plantear soluciones y que fomenten el progreso social y económico del país.
En ese contexto, en enero pasado, el presidente de la República, Martín Vizcarra, y los gobernadores regionales suscribieron un Pacto Nacional por la Educación hacia el Bicentenario. El objetivo del acuerdo es lograr consenso para desarrollar una educación acorde con el aniversario y con el siglo actual.
Sin embargo, en Junín —por ejemplo— existe una interpretación distinta respecto a la educación. El gobernador Vladimir Cerrón ha planteado para su región un nuevo currículo educativo que incorpora cursos de filosofía en los colegios. A entender de este portal, la propuesta del gobernador no es otra cosa que una manera encubierta de introducir la filosofía marxista en los colegios, para ganar la conciencia de los estudiantes a favor de los colectivismos y los estatismos.
Siempre vale señalar que cuando el Estado y las autoridades persisten en la meritocracia en la escuela pública, de una u otra manera, están construyendo el primer pilar de la reforma educativa. Es evidente que no puede haber escuela con profesores sin preparación e incompetentes. La reforma educativa tiene que focalizarse en la manera cómo la educación nacional se engancha con las grandes tendencias innovadoras que hoy sacuden al planeta. Allí está la meta principal.
La competitividad global está generando nuevas técnicas educativas, y la revolución digital está cambiando los conceptos relacionados con la educación. Los métodos educativos del siglo pasado han sido descontextualizados. ¿La tendencia global es formar a las personas de manera autodidacta? Los nuevos dispositivos electrónicos tienen la virtud de acercar a las personas al conocimiento sin necesidad de acudir a un aula de clase. En estos dispositivos, los conceptos hasta son explicados —visualizados y oídos— con mayor detalle. ¿No deberíamos estar discutiendo este tipo de problemas?
La tarea del Pacto Nacional por la Educación debe ser integrar cuanto antes al sistema educativo a esas nuevas tendencias universales. En la III Cumbre Empresarial de las Américas, realizada en Lima en abril del año pasado, se señaló que la educación y la innovación industrial están estrechamente relacionadas. En ese contexto, la empresa privada no puede ser ajena a los procesos educativos; sobre todo, porque para ciertas carreras profesionales del pasado ya no existe mercado laboral.
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