Editorial Educación

La mediocridad del igualitarismo educativo

Sector Educación no quiere una élite de todas las sangres

La mediocridad del igualitarismo educativo
  • 25 de enero del 2021

Si bien el Ministerio de Educación ha reculado en la decisión de suspender las admisiones a los Colegios de Alto Rendimiento (COAR), se mantiene la estupefacción frente a cuáles pueden haber sido las razones que llevaron al ministro, Ricardo Cuenca, a emitir tan devastador anuncio. Es más, según información del propio titular del scctor, la admisión en los 25 COAR no formaría parte del presupuesto. 

De otro lado, el hecho de que la –hoy rectificada– suspensión de la admisión en los COAR se haya informado junto a la decisión de cancelar los programas de Jornada Escolar Completa (JEC), porque no forman parte de los programas regulares, permite atisbar una explicación del despropósito. En el Ministerio de Educación se quiere “la igualdad”, aunque eso implique jalar a los mejores hacia abajo, hacia los niveles más deteriorados en estándares educativos. Es el igualitarismo socialista.

Como todos sabemos, los COAR son el resultado de un proyecto estatal para crear colegios de primer nivel, con los profesores más calificados, con infraestructuras y tecnologías de punta, y con los alojamientos más sofisticados, para los mejores alumnos del sistema educativo básico. Casi todos los COAR –empezando por el Colegio Mayor de Lima– han comenzado a acceder al programa del Bachillerato Internacional de la educación básica, aceptado por todas las universidades del planeta y que antes solo alcanzaban los colegios privados de primer nivel.

Como ya hemos informado, en el Perú solo alrededor de 53 colegios han conseguido el Bachillerato Internacional, de los cuales 38 son privados y 17 públicos (13 de los cuales son COAR de provincias). El sistema de los colegios COAR, entonces, es una de las pocas apuestas del Estado para crear una élite nacional que incluya a todas las sangres. Es la apuesta que busca que los mejores estudiantes de Andahuaylas, Ayacucho, Puno, San Juan de Lurigancho y Villa María del Triunfo, entre otros, tengan las mismas oportunidades que los estudiantes de los mejores colegios privados de Lima.

Finalmente, desde los tiempos clásicos, los pensadores han sostenido que toda sociedad necesita de una aristocracia que, en tiempos democráticos, solo puede provenir de la inteligencia. Es la aristocracia, la élite, conformada por los más capaces. Y una nación existe y se prolonga cuando esas élites, esas aristocracias, provienen de todos los sectores sociales. Y ese es el sentido de los COAR. Cuando el titular del sector anunció que también se cancelerían los programas de JECS, experiencias que buscan superar la perversa división de turnos de mañana y tarde en los colegios -que instauró el velascato–, entonces se hizo evidente que en el sector Educación hay enormes prejuicios ideológicos.

Quizá por eso también en el Minedu se comienza a restar importancia a las llamadas pruebas PISA, que miden el desempeño académico de los alumnos de educación básica. Sucede que, en las últimas prueba Pisa los colegios privados del Perú han obtenido los puestos más altos de toda la región latinoamericana. Es decir, la educación privada básica es de primer nivel, no obstante todas las campañas y distancias del propio Minedu.

¿Qué significa semejantes aproximaciones? Que a los sectores de izquierda les molesta en extremo la posibilidad de que surjan élites y sectores más capacitados que otros. En vez de apostar por la igualdad hacia arriba –es decir, movilizar los recursos del Estado para emular los resultados de los COAR y los colegios privados–, se apuesta por eliminar a los segmentos que destacan para que todos se igualen hacia abajo, se igualen en la mediocridad y, por lo tanto, en la pobreza

El igualitarismo educativo de la izquierda no es sino otra de las caras de las propuestas que buscan detener las inversiones, el crecimiento y el desarrollo para aumentar la pobreza y posibilitar que los discursos colectivistas prosperen en el Perú. El agravante en el tema educativo es que tiene un contenido clasista en extremo. 

Sin COAR los inteligentes, los genios de los sectores marginados de la sociedad no pueden saltar generaciones de pobreza aprovechando el milagro de la educación. Aterrador.

  • 25 de enero del 2021

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