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400,000 escolares podrían perder el año escolar
Hace unos días, el Ministerio de Educación (Minedu) y el Sindicato Único de Trabajadores por la Educación Peruana (SUTEP) llegaron a un acuerdo para incrementar el piso salarial a S/ 2,000 sin un incremento de la jornada laboral de 30 horas. Este aumento —el cual se otorgaría a los docentes de la primera escala de la carrera pública magisterial— recién se implementaría desde el 2018. No obstante, el SUTEP de la región Cusco está disconforme con los acuerdos logrados en la capital y se declararon en huelga indefinida. Según las informaciones, si los alumnos pierden 25 días más, cerca de 400,000 escolares cusqueños perderían el año escolar.
El SUTEP de la región Cusco permanece en huelga porque exigen que el aumento del piso salarial de la primera escala —que se ofrecerá el año que viene— se haga efectivo a fines de este mes. Pero no se está contando que este año ya se produjo un incremento salarial del 20% en la primera escala, pasando de S/ 1,535 a S/ 1,780. Además, los docentes exigen que progresivamente el sueldo de dicha escala llegue a los S/ 4,050. Con estas medidas, el SUTE Cusco está presentando demandas que el erario nacional no puede atender y, además, intenta doblegar al Minedu.
Como ya dijimos, los reclamos del SUTEP Cusco caen en lo absurdo, e incluso no se justifican ni siquiera en la calidad de la enseñanza que se le brinda a los alumnos. Esto se evidencia en la Evaluación Censal de Estudiantes 2016 (ECE). Los resultados de la región Cusco son deplorables y le restan cualquier legitimidad a esos exagerados pedidos. Los alumnos de cuarto grado de primaria solo alcanzan 29% y 25.9% de nivel satisfactorio en lectura y matemáticas respectivamente; mientras que el nivel satisfactorio para los alumnos de segundo de media solo representa un 10.4% y 10% de estudiantes en lectura y matemáticas, respectivamente.
De otro lado, el propio secretario general del SUTEP, Alfredo Velásquez, se ha distanciado del magisterio cusqueño y señala a Ruth Báez, integrante del Comité de Lucha del magisterio y ex secretaria general del SUTE Cusco, de estar detrás de las protestas en la ciudad incaica. A esto se suma también la negativa del secretario general del SUTE Cusco, Ernesto Meza Tika, quien espera que la ministra Martens establezca una mesa de diálogo para discutir sus demandas. Según Velásquez, Ruth Báez trató de instaurar una Federación Nacional de Educadores del Perú en el 2012. Esta organización —paralela al SUTEP— hacía apología al terrorismo, por lo que el Ministerio de Trabajo la anuló. Además, el Comité Nacional de Reorientación y Reconstrucción (CONARE) —considerado como un brazo político de Sendero Luminoso— está apoyando al SUTE Cusco en esta huelga indefinida.
La ministra Martens no debería ceder ante este tipo de presiones, más aún si estas movilizaciones y reclamos responden a plataformas ideológicas y políticas. Considerando los resultados del ECE y la posibilidad de que los escolares cusqueños pierdan el año escolar, el ministerio tiene que moverse rápido para que los 400,000 alumnos de la región no se perjudiquen.
Fotografia: Diariodelcusco.com
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