Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
El ministro de Educación, Martín Benavides, ha propuesto el licenciamiento de los colegios públicos y privados del Perú, de la misma manera como se licencia a las universidades. Sin embargo, considerando que la mayoría de la matrícula escolar se concentra en los colegios públicos –bajo directa responsabilidad del Ministerio de Educación (Minedu)– las preguntas que surgen son cómo evaluará el propio Estado su responsabilidad y cómo se tratará al sector privado, que atiende a un tercio de la población escolar.
Todos estamos de acuerdo en la necesidad de evaluar y licenciar a los colegios, pero quizá el Estado debería empezar por priorizar la reforma meritocrática en el magisterio y la solución de los problemas de infraestructura acumulados. De lo contrario, el anuncio se entenderá como la intención de excluir al sector privado del sistema educativo.
Diversos reportes nacionales y extranjeros han señalado que Perú no avanza en compresión lectora ni en matemáticas, principales indicadores educativos de cualquier programa. Si se evaluara y licenciara a los colegios públicos la mayoría saldría jalada. Como todos sabemos las condiciones básicas para un buen sistema educativo son la calidad de los maestros, la infraestructura educativa y los equipos e instalaciones necesarios, tales como laboratorios, bibliotecas, servicios de Internet, agua y electricidad, entre otros.
Durante la administración nacionalista, el Minedu abandonó los programas de capacitación docente iniciados durante la gestión del ex ministro de Educación José Chang. Además, un 40% de profesores contratados pertenecen a la primera escala de remuneraciones. Es decir, profesores contratados y nombrados reciben el mismo sueldo, sin incentivos diferenciados para impulsar la calidad y el mérito. La meritocracia en la escuela pública está abandonada desde entonces.
Hace exactamente un año, el ex ministro de Educación Daniel Alfaro señaló que el 73% de la infraestructura de las Instituciones Educativas Estatales (IEE), unos 54,000 colegios, requerían intervenciones totales o parciales por los daños producidos en sus edificaciones. Asimismo, después de una campaña de supervisión de 3,000 colegios, la Contraloría coincidió con el diagnóstico del señalado ministro.
Hoy las condiciones básicas de infraestructura continúan igual. La situación se agrava en los colegios del interior del país, en donde incluso un par de aulas construidas de manera precaria se convierten en escuelas. Se albergan a los estudiantes de las comunidades más cercanas de la zona andina y la Amazonía sin equipos, mobiliario ni servicios básicos. Abandono total. Con la propuesta del ministro Benavides, más de 54,000 colegios públicos y privados deberían ser cerrados en el acto, miles de escolares dejarán de estudiar y numerosos profesores perderán sus empleos. Por eso la propuesta anunciada por el Minedu tiene poca viabilidad en el corto plazo.
La propuesta del ministro Benavides descalificará oficialmente al Estado por abandonar su responsabilidad con la educación. Populismo puro para distraernos de las responsabilidades sustanciales del Minedu. Según el Programa para la Evaluación Censal Internacional de Estudiantes (PISA) 2018, Perú continúa en el puesto 64 de 79 países evaluados. De acuerdo a los seguimientos del Minedu y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en promedio menos del 30% de los escolares peruanos alcanzan los resultados educativos esperados.
Solo la región Moquegua se salva de esta catástrofe en la educación peruana. La explicación: La minera Southern y su proyecto Cuajone contribuyen con la capacitación de los docentes, la construcción y mantenimiento de aulas y el equipamiento educativo. Por las condiciones proporcionadas por el Estado, los resultados educativos son insatisfactorios. De nada sirven los incrementos de los presupuestos en consultorías, asesorías y publicidad para mejorar la imagen del Minedu desde la época del ex ministro Saavedra.
Si todo continúa como está, sin cambios profundos y sin reforma, los resultados educativos serán los mismos, así se incremente el presupuesto educativo. Desde el humalismo, cerca de 9,000 personas son contratadas y destinadas a las provincias para cumplir actividades relacionadas con seguimiento, vigilancia, supervisión de la gestión educativa. Sin embargo, el presupuesto crece y no hay resultados.
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