La izquierda desde algún tiempo viene proponiendo el in...
A los países de Occidente alcanzar el desarrollo les demandó más de dos siglos. A las sociedades del sudeste asiático (Singapur, Hong Kong, Corea del Sur) les tomó algo más de cuatro décadas. Si las reformas de Javier Milei en Argentina avanzan y se consolidan, los observadores señalan que la nación gaucha necesitaría dos décadas para arribar al desarrollo. ¿Por qué comienza a abreviarse el tiempo que las sociedades necesitan para tentar el progreso general? La respuesta está en el aprendizaje a través de un sistema de ensayo y error. Y ese aprendizaje señala que la educación de la sociedad, del capital humano, es uno de los factores decisivos que acelera las posibilidades del desarrollo.
La inversión en educación, en ciencia, en tecnología, en las sociedades del sudeste asiático, posibilitó a los países de esa región desarrollar un capital humano educado y con una enorme capacidad de innovación. Hoy estas sociedades compiten en los mercados mundiales de la IV Revolución Industrial.
No pretendemos señalar que la educación es la única condición para el desarrollo, porque es evidente que, sin un Estado de derecho, sin un sistema institucional en que se respete los derechos de propiedad y sin una justicia predecible y sin infraestructuras es imposible desarrollar el capitalismo en general. Por todas estas consideraciones, en la próxima campaña electoral que se avecina el tema de la reforma de la educación debería convertirse en uno de los asuntos centrales.
En una entrevista en este portal el reconocido economista, Elmer Cuba, señaló que la contribución en impuesto a la renta de los profesionales del Perú, de la gente educada y capacitada, sumaba un monto parecido a la contribución de la minería en este impuesto. ¿Qué sucedería si se duplicará el número de peruanos educados y capacitados? Los incrementos en renta crecerían de manera exponencial.
Invertir en educación y en el sistema de salud con el objeto de formar generaciones saludables y educadas es, entonces, una de las claves del desarrollo en el mediano y largo plazo. En la IV Revolución Industrial, entonces, crear capital, avanzar en el capitalismo, significa una educación de altísima calidad.
En el Perú se ha avanzado de manera timorata e insuficiente en las bases de la reforma educativa. Si bien es cierto que, en cuanto a la meritocracia en la carrera pública magisterial hay significativos avances, porque el 80% de los más de 400,000 docentes del sistema público han sido nombrados y promovidos en las escalas magisteriales en base a concursos y evaluaciones de méritos, se requiere un plan nacional de capacitación y calificación de los docentes. Es la única manera de organizar una escuela nacional de corte humanista, pero vinculada a la innovación científica y tecnológica.
Igualmente, de los 54,000 colegios públicos del país, entre 20,000 y 25,000 están deteriorados y necesitan ser reconstruidos con urgencia. Si bien es loable que el Estado avance en la construcción e implementación de 100 colegios bicentenarios –con infraestructuras de alta calidad e implementados con laboratorios y tecnologías–, en base a convenios de gobierno a gobierno con el Reino Unido, es incuestionable que el Perú necesita un plan de corto, mediano y largo plazo para resolver los problemas de las infraestructuras educativas.
En cualquier caso, el próximo gobierno a instalarse en el 2026 debería tener en la reforma de la educación uno de sus objetivos centrales. Es la única manera de organizar una sociedad viable en medio de las poderosas tendencias que desatan la IV Revolución Industrial y las tensiones comerciales en el planeta.
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