Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
Terribles resultados académicos en regiones en huelga magisterial
Según el Ministerio de Educación solo faltan ocho días para que para que los alumnos pierdan el año escolar en las trece regiones donde se desarrolla la huelga magisterial indefinida que impulsan los sectores extremistas del magisterio. La mencionada huelga, impulsada por el Comité Nacional de Reorientación y Reconstrucción del Sutep (Conare) busca radicalizar las demandas magisteriales con objeto de enfrentar al Estado con los maestros y bloquear la reforma meritocrática, una política de Estado que se impulsa desde tres gobiernos atrás. En este contexto, lo académico y la necesidad de educar a los escolares no tienen importancia.
Vale señalar que las trece regiones en huelga representan al 20% del magisterio público a escala nacional. En once regiones más del 50% de maestros se han sumado a las protestas. Cusco, Apurímac, Arequipa, Madre de Dios y Puno encabezan el reclamo. La capacidad de protestas de estos sectores magisteriales parece ser inversamente proporcional a su calidad académica. Si observamos los resultados de la última Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) los resultados son lamentables.
En secundaria los resultados son deplorables. En Apurímac solo tenemos el 5.4% y el 5.1% de alumnos con nivel satisfactorio en lectura y matemáticas respectivamente. Un resultado aterrador. En Puno solo 7.2% y 8.2%; en Madre de Dios apenas 9.1% y 7.4%; Cusco solo tiene 10.4% y 10%; y Arequipa —que presenta mejores indicadores— tiene el 25.4% y el 22.8% de nivel satisfactorio en matemáticas y lectura. Se debe subrayar que estas evaluaciones son de cobertura nacional y se llega a evaluar al 96.3% del total de estudiantes. Ante estos resultados en las regiones donde se desarrollan las protestas magisteriales —que ni siquiera alcanzan el 50% de alumnos con un nivel satisfactorio— nos preguntamos, ¿cómo puede haber incrementos salariales si la calidad educativa sigue en los suelos?
Está claro que el propósito de la huelga es bloquear la reforma meritocrática de la educación. No obstante que han logrado suspender la Evaluación de Desempeño Docente (EDD), el radicalismo maoísta sigue exigiendo de manera violenta, negándose al diálogo, un aumento de salarios que no puede ser atendido por la caja fiscal. Y lo peor de todo es que se utiliza la protesta magisterial para paralizar el turismo y bloquear las principales minas del sur, que producen alrededor del 60% del cobre nacional.
En medio de la debacle educativa, la Ministra de Educación, Marilú Martens, ha anunciado que se implementará un mecanismo piloto para que los alumnos de secundaria recuperen clases desde inicios de agosto. Esto se aplicará con mayor énfasis a los alumnos de quinto de secundaria, que están más próximos a ingresar a las universidades. Además Martens ha asegurado que tomarán medidas más drásticas contra los maestros en huelga, que podrían llegar a los despidos y contratación de nuevos profesores. De otro lado, el gobierno central exige a las autoridades regionales empezar a hacer descuentos en los sueldos de los maestros violentistas.
Como ya hemos visto, no existen motivos para que el Ministerio de Educación ceda ante los injustificados reclamos de los miembros del Conare y del extremismo maoísta en el magisterio. Detrás de esta protesta está la intención de perpetuar la mediocridad docente, que destruye a la escuela pública y afecta el futuro de la niñez, sobre todo de la más pobre.
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