Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
Sobre la campaña sindical contra el proceso de elección de directores
Con la misma firmeza con que este portal cuestiona el error del Ministerio de Educación de insistir en una Ley Universitaria autoritaria e inconstitucional, rechazamos hoy la campaña que pretende desconocer el proceso de elección de directores de los centros educativos estatales, realizado por el Minedu en base a la meritocracia. Dicha campaña apunta a frenar la reforma más importantes de la última década.
La campaña, encabezada por el Sindicato Nacional de Directores y Subdirectores de Instituciones Educativas Públicas (Sindep), desconoce el concurso realizado el 3 de agosto del 2014 por el Minedu para cubrir con maestros calificados más de 15,000 plazas de directores y subdirectores. El Sindep pretende que sus afiliados se mantengan en esos cargos aunque no estén capacitados para ejercerlos.
De prosperar la intención del Sindep la reforma meritocrática de la escuela pública sufriría un golpe letal, porque no se puede impulsar la calidad de la carrera docente sin directores con altas calificaciones académicas y de gestión. El director es el encargado de ejecutar la reforma educativa en la base misma del sistema: la escuela, por eso se busca que los docentes más calificados asuman ese cargo.
La única manera de asegurar que la escuela pública salga de la postración y la mediocridad es que sus directores sean los mejores maestros y estén comprometidos con el espíritu de la reforma. Pero el director también debe ser un líder que movilice a los maestros, alumnos y padres de familia en impulsar una gestión eficiente que garantice la buena calidad de los servicios que brinda su escuela.
Sin directores-gestores calificados, lo avanzado en la reforma correría el riesgo de retroceder y perderse. De poco servirían los cambios realizados desde el 2006 para mejorar la calidad educativa, como la inversión en el Colegio Mayor Presidente de la República y en 13 Colegios de Alto Rendimiento (COAR), la incorporación de 55,000 maestros a la carrera magisterial meritocrática, la Jornada Escolar Completa, las mejoras de la Educación Presencial o la Secundaria Rural Mejorada, entre otros.
La campaña contra la reforma se basa en una interpretación absurda de una medida cautelar de la 4a Sala Laboral Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima del 30 de junio pasado, que dejó en suspenso dos resoluciones ministeriales del 2013 que regularon hasta ese año los concursos de elección de directores y subdirectores.
Según el Sindep, dicha medida implica la reposición en sus cargos de más de 11,000 ex directores y ex subdirectores cesados. Sin embargo, el Minedu ha aclarado que la cautelar no ordena ninguna reposición y dispone solo que dejen de aplicarse dos resoluciones ministeriales (262-2013-ED y 460-2013-ED) que fueron derogadas el 2014 mediante la RM N° 204-2014-MINEDU; por lo tanto no hay nada que cumplir.
Por las razones reseñadas creemos que el Ministerio de Educación debe seguir adelante y hacer respetar los resultados del concurso en todas las escuelas públicas, para que la reforma meritocrática no se detenga. Los intereses de grupo NO puede estar por encima del interés supremo de la nación de brindar una educación de buena calidad que el Perú necesita con urgencia para ser un país más competitivo.
Pero, sobre todo, la reforma constituye un acto de justicia social que busca darle a los hogares más pobres una oportunidad para que sus hijos tengan acceso a una educación de óptima calidad que les abra las puertas del progreso y se libren así de la pobreza.
14 – Jul – 2015
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