¡Colectivistas pretenden eliminar prueba PISA!

La semana pasada El Montonero.pe publicó un análisis de los resultados del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (la llamada prueba PISA) del 2018, en el que la educación básica privada peruana –que atiende un tercio de la matrícula escolar– era la mejor de América Latina. ¿Cómo es posible que una noticia de este calibre sea ocultada por los funcionarios y los diferentes titulares del Ministerio de Educación? La interrogante se vuelve más dramática cuando en el Congreso ha empezado un huracán populista –alentado por los grupos comunistas– que busca controlar precios y rebajar pensiones educativas a sabiendas de que significará la quiebra de miles de colegios privados en el país.

Hoy tenemos una primera aproximación a esta respuesta en base a un informe publicado por el Observatorio Educativo. Según este informe, los burócratas que han conducido la educación pública en el Perú pretenden ocultar su fracaso ante los éxitos y excelencias de la educación privada porque, además, en los últimos años se han dedicado a promover la injusta idea de que los problemas de la educación en el Perú provienen del sector privado. Una actitud frívola que ignora que la mala educación es sinónimo de pobreza.

La burocracia del Minedu, en la práctica, estaría pretendiendo eliminar la prueba PISA porque, según ellos, no se puede hacer una prueba universal a todos los escolares del Perú sin considerar los niveles socioeconómicos (NSE). En otras palabras, no se quiere tener una idea de las injusticias sociales que genera el fracaso del Estado en la educación pública, y que condenan a nuestros niños pobres a perpetuar la pobreza. El argumento: los sectores de mayores ingresos tienen mayores posibilidades. Un argumento a todas luces falaz. El motivo: en el Perú existen más de 53,000 colegios de educación básica regular (inicial, primaria y secundaria), de los cuales alrededor de 14,000 son privados. La educación privada atiende a más de dos millones de escolares.

¿Cómo así un tercio de los escolares son ricos y millonarios en el Perú? Los colectivistas suelen ser frívolos en extremo cuando se trata de defender sus propios privilegios. Por ejemplo, la cadena de colegios Futura Schools tiene sedes en Cerro Colorado, Paucarpata y Tiabaya, en Arequipa; en Trujillo; en Pimentel en Chiclayo, en Parcona en Ica, en Pocollay en Tacna. La cadena Innova Schools tiene sedes en Progreso en Piura; en el Golf de Trujillo; Fonavi en Tarapoto, Centenario en Pucallpa, en Chimbote, en Huánuco, entre otras. La cadena Pamer tiene sedes en Carabayllo, San Miguel, Los Olivos, Jesús María, San Juan de Lurigancho, Puente Piedra, Piura, Huancayo, entre otros. La Asociación Saco Oliveros tiene sedes en Ate, Carabayllo, Puente Piedra, Los Olivos, Huancayo Huaral, Pucallpa, entre otros. Y si consideramos los colegios cristianos Fe y Alegría, las sedes se emplazan en las zonas más excluidas de Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, San Juan de Lurigancho, entre otras.

¿Cómo entonces se pretende eliminar la prueba PISA? Como se aprecia, la composición de los colegios privados es pluriclasista y las pensiones también. La Prueba PISA permite tener una visión de la calidad de la educación en los sectores público y privado, posibilita establecer las deficiencias en los sectores sociales y permite tomar una decisión urgente e impostergable: focalizar los escasos recursos de la educación en los sectores más pobres para generar igualdad de oportunidades en la sociedad. Para alcanzar ese objetivo se necesita de la educación privada y que las familias que puedan aportar a la educación de sus hijos lo hagan de manera escalonada.

El informe publicado por El Montonero.pe sobre la prueba PISA del 2018, entonces, ha causado un cataclismo en la burocracia estatista. Como sabemos, desde el año 2000 el Perú participa en las pruebas PISA, que evalúan a los estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias. En la prueba del 2018, los estudiantes del sector privado le sacan casi un nivel completo a los de los colegios públicos, se ubican muy cerca de los estándares de la enseñanza de los países desarrollados, y alcanzan el mayor puntaje entre todos los colegios públicos y privados de América Latina.

Si la burocracia del Minedu ha sobrevivido cargando todas las culpas de los fracasos en la educación al sector privado, ¿cómo así va a permitir que sigan las evaluaciones PISA? Es hora de que los padres de familia reaccionen.