Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
Sobre el polémico proyecto que busca liquidar el modelo peruano de calidad educativa
El proyecto de Ley que crea el Consejo Peruano de Acreditación de Educación Superior (COPAES), tiene otra gran falla de origen: contraviene la Ley Universitaria. Ésta dispone la reorganización del SINEACE (Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad Educativa), y sin embargo, la iniciativa del Ministerio de Educación propone liquidar dicho sistema, a pesar de sus avances indiscutibles.
La Disposición Transitoria Décimo Segunda de dicha ley dispone expresamente la reorganización del SINEACE y crea inclusive un Consejo Directivo Ad Hoc encargado de continuar los procesos de acreditación en marcha, en tanto se reorganiza el sistema. ¿Es lo mismo reorganizar que liquidar?
El propósito de toda reorganización institucional es mejorar y fortalecer la entidad sujeta a ese proceso, no hacerla desaparecer, como pretende el Minedu en su proyecto COPAES. Por lo demás, éste es un organismo totalmente distinto al que se quiere sustituir.
El SINEACE define los estándares de calidad que deben cumplir las instituciones educativas del país, públicas y privadas, desde la Educación Básica (Inicial, Primaria y Secundaria) hasta la universidad, pasando por los institutos superiores y tecnológicos. Evalúa además el cumplimiento de esos estándares y acredita a quienes los cumplen por medio de sus organismos operadores.
El COPAES, en cambio, asumiría esa misma tarea pero solo para la educación superior, dejando al margen del sistema de calidad a la Educación Básica, que es tan importante. El proyecto pretende que el control de calidad de ese nivel pase a manos del Minedu.
De otra parte, liquidar el SINEACE sería regresar a fojas cero todo lo que el Perú ha avanzado en cultura evaluativa y repetir aquel mal histórico en el que cada gobierno llega con su “ilustrado” que decide cambiarlo todo e inaugurar “una nueva era”. El viejo complejo de Adán
Si el modelo de calidad instituido por el SINEACE se tardó unos nueve años en crear una cultura pro calidad y pro evaluación, ¿cuánto se tardará en alcanzar esa misma meta un sistema que nace desconociendo el esfuerzo realizado por más de 40,000 peruanos, durante tres años, para acreditar a su universidad, instituto o colegio?
Solo implementar una nueva ley demandaría unos tres meses; transferir y liquidar el SINEACE otros tres meses más; reglamentar la ley tardará probablemente cuatro meses más; y el mismo tiempo o tal vez más se necesitará para establecer los nuevos estándares en todo el país, pues son 1,800 Comités de Acreditación en las universidades los que tendrán que actualizarse. Son aproximadamente 15 meses y al gobierno le faltan 13 meses para dejar el poder
Finalmente, el avance del modelo peruano de calidad educativa ha sido tan incuestionable que el Banco Mundial decidió, hace dos años, darle un impulso financiero con un aporte de US$50 millones, a través del proyecto llamado Pro Calidad. Si prosperara el proyecto COPAES ese crédito tendrían que ser administrados por el Minedu. ¿Quién le garantiza al país que la burocracia de ese Sector manejará bien esos recursos?
El Pleno del Congreso de la República tiene en sus manos hoy el futuro de la educación peruana. De lo que decida dependerá si el Perú retoma el rumbo de la calidad educativa que ya ha avanzado, o vuelve otra vez al principio.
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