Editorial Economía

¿Por qué no se aprueba ley sobre oenegés? ¿Qué pasa con el Congreso?

Trump suspende financiamiento de oenegés por noventa días

¿Por qué no se aprueba ley sobre oenegés? ¿Qué pasa con el Congreso?
  • 03 de febrero del 2025

 

Al parecer un sector de bancadas se paralizó ante la campaña que desarrollaron algunas representaciones diplomáticas y las oenegés progresistas a nivel nacional e internacional para evitar que el Congreso aprobará el proyecto de la ley de la Comisión de Relaciones Exteriores del Legislativo, que incrementa las funciones de la Agencia de Cooperación Internacional (APCI) en el control de los recursos del exterior que reciben las oenegés. En todo caso, la movilización internacional y nacional fue efectiva.

Sin embargo, horas después de asumir el poder, Donald Trump emitió una Orden Ejecutiva señalando que “la ayuda exterior de los Estados Unidos no estaba alineada con los intereses y valores estadounidenses”. La mencionada orden agregaba que la ayuda internacional “sirve para desestabilizar la paz mundial promoviendo ideas en sociedades extranjeras que son contrarias a la estabilidad interna de los países y que fomentan conflictos entre estados”. Igualmente, el decreto presidencial establecía una pausa de 90 días para evaluar la ayuda exterior de los Estados Unidos.

Luego de la Orden Ejecutiva de Trump, en el Perú se conoció que casi toda la ayuda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) estaba orientada hacia oenegés progresistas que fomentaban toda la agenda del globalismo ideologizado y el wokismo, tendencias que son abiertamente combatidas por la nueva administración de los Estados Unidos. Incluso el cambio que se viene es tan radical que el sitio web de USAID fue desactivado en Washington, mientras se cerraban las oficinas que habían alimentado el progresismo y el wokismo mundial.

No se equivoca la administración Trump cuando señala que la ayuda internacional de los Estados Unidos, bajo conducción del Partido Demócrata, “sirve para desestabilizar la paz mundial promoviendo ideas en sociedades extranjeras que son contrarias a la estabilidad interna de los países”. El caso peruano es paradigmático y debería convocar estudios e investigaciones sobre cómo las oenegés pueden fomentar la destrucción institucional de una sociedad y su bloqueo hacia el desarrollo.

En el Perú la feroz guerra política y la brutal judicialización de la política que terminó encumbrando a Pedro Castillo en el poder y desatando la mayor fuga de capitales de las últimas décadas, no se explicaría sin las oenegés antisistema. Asimismo, la ola criminal que se ha levantado en el Perú amenazando la vida, la salud y la propiedad de todos los peruanos no se explicarían sin la terrible ofensiva que desató el progresismo en contra de las fuerzas de seguridad: fuerzas armadas y policía nacional del Perú. La destrucción de la PNP y su descabezamiento generalizado (se pasó al retiro a 18 oficiales generales para facilitar su control) y la judicialización de policías y militares fueron fomentadas por oenegés supuestamente defensoras de Derechos Humanos a nivel nacional e internacional. ¿Qué país puede enfrentar una ola criminal si los policías son judicializados por hacer el uso legítimo y constitucional de la fuerza pública? Imposible.

Pero eso no es todo. A mediados de la primera década del nuevo milenio diversas proyecciones económicas señalaban que si el Perú seguía creciendo sobre el 6% en el Bicentenario de la República podríamos alcanzar un ingreso per cápita cercano a un país desarrollado. No sucedió así. Llegamos a esa fecha con Castillo en el poder y la pobreza aumentó de 20% a 30% de la población. ¿Por qué? Porque las narrativas de las oenegés anticapitalistas en contra de la minería, las agroexportaciones, la pesca industrial, las infraestructuras y otros sectores paralizaron las inversiones y el Estado se sobrerreguló y se burocratizó a niveles no imaginados.

En ese contexto, el Perú dejó de crecer a tasas altas y empezó a aumentar la pobreza y, finalmente, Castillo fue la última explosión de la destrucción generalizada. Y si le agregamos la destrucción del sistema de partidos políticos, ¿acaso las causas también no están en las propuestas de reforma planteadas por las oenegés progresistas?

El presidente Trump no se equivoca cuando cierra por tres meses la cooperación internacional. Sin embargo, el Congreso del Perú no dice esta boca es mía con respecto a la ley para regular los fondos externos de las oenegés. ¿Acaso alguien pretende que el presidente Trump asuma las responsabilidades que le compete a los peruanos?

Aprobemos, pues, la ley sobre las oenegés.

  • 03 de febrero del 2025

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