El relevo de José Salardi del Ministerio de Econom&iacu...
No obstante las constantes paralizaciones de las operaciones petroleras en el Marañón —debidas a la interferencia de grupos delincuenciales y al ambientalismo extremista—, el volumen de los recursos del sector hidrocarburos es atractivo para los inversionistas. Las reservas de petróleo frente a la costa peruana, entre Trujillo y Moquegua, en aguas marinas no mayores a 500 pies de profundidad submarina, están debidamente verificadas y reportadas a las autoridades correspondientes. Sin embargo, con tantos recursos naturales constatados, ¿Perú puede darse el lujo de seguir importando alrededor de US$ 5,500 millones anuales de crudo para cubrir la demanda nacional? Por supuesto que no.
Según estimaciones, los recursos evaluados y sustentados en estudios geológicos calificados y entregados a la Dirección General de Hidrocarburos (DGH-PERUPETRO), con la aprobación de una nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH), con inversiones de US$ 1,500 millones, permitirían poner 15 pozos petroleros en producción.
Según señala el geólogo Enrique Gonzales, especialista en hidrocarburos, no es rentable para el país seguir cubriendo el déficit de la producción nacional comprando crudo, incluso a precios bajos. Para el especialista, ahora es el momento de perforar y aprovechar los recursos que han sido debidamente comprobados, cuantificados y cualificados científicamente. El país no puede estar en modo catatónico, sin realizar las reformas económicas convenientes para viabilizar las inversiones que generan trabajo y reducen la pobreza. Por ejemplo, el nuevo el proyecto de la nueva LOH sigue pendiente por observaciones y nuevos textos sustitutorios.
Con la nueva Ley, nuevas inversiones de talla mundial impulsarán el sector petrolero y gasífero. El objetivo es reducir la dependencia energética del país. Con más inversiones relacionadas con el sector energético, la economía podría crecer sostenidamente. Al respecto, uno de los desacuerdos está relacionado con las regalías. Algunos especialistas señalan que para beneficiar mejor a las comunidades, las regalías deberían calcularse en función a la producción de cada actividad petrolera y gasífera.
Aún cuando somos pioneros en la región, las actividades petroleras offshore, en aguas profundas, siguen siendo el gran reto para el país. Perú posee infraestructura de soporte, logística y recursos humanos altamente calificados. Para impulsar el sector hidrocarburos lo único que tendría que hacer el Estado es promover la LOH y acompañar a las inversiones privadas en la ardua tarea de extender en la población el conocimiento sobre los beneficios de la explotación de los recursos petroleros y gasíferos, asegurando el cuidado del medio ambiente. Nada más. No habrá mayor gasto.
Por el contrario, el mercado nacional estaría abastecido de suficiente crudo. Dejaríamos de importar y tendríamos mayores ingresos fiscales para la economía. “Si hacemos más competitivas las actividades del sector hidrocarburos, tendríamos en el Perú nuestro propio manejo de precios. Ese es el objetivo final”, señala el especialista. Es decir, con inversiones en nuevos pozos, gracias a la LOH, se podría cubrir holgadamente las necesidades energéticas del país. No dependeríamos de las variables externas, como el precio del dólar y la imposición de precios de crudo del mercado mundial, manejado por carteles petroleros.
La seguridad energética nacional peligra sin una nueva LOH. Si la reforma económica continúa estancada, no habrá suficiente crudo para producir la energía eléctrica que mueve la industria nacional y para satisfacer el consumo doméstico. Con la nueva LOH se otorgarán concesiones para incrementar la producción de 48,500 barriles diarios hasta 100,000 barriles diarios en el 2021. El consumo diario actual es de 255,000 barriles.
En un mundo con mercados de altísima competencia, los procedimientos para obtener licencias y permisos no pueden seguir siendo tediosos, repetitivos y duraderos. Perú exporta conocimiento y activos relacionados con el sector hidrocarburos a otros países de la región. Sin embargo, en cualquier momento quedaríamos estancados por la falta de crudo y gas, que abunda en el litoral y en la selva amazónica. Paradojas del país.
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