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La izquierda antiminera nuevamente perpetra una mentira: señala que el agua que consumen los pobladores de Espinar está contaminada por las actividades mineras. Tremenda falsedad. Según el portal Ojo Público (OP), un informe de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), de octubre pasado, señala que existen 23 metales y minerales en el agua que consumen los pobladores de Espinar.
En el informe difundido por OP se establece que las muestras de agua fueron recolectadas en distintos lugares del río Apurímac. Se pretende confundir a la población señalando que cerca de las áreas donde se recolectó el agua se emplazan las compañías mineras Antapaccay y Hudbay Perú. Sin embargo, el informe de OP omite señalar que todas las aguas provenientes de las zonas volcánicas y mineralizadas están cargadas de altos porcentajes de minerales de origen natural.
Vidal Merma, coautor del informe de OP, está relacionado con el ex alcalde de Espinar Óscar Mollohuanca, procesado por las violentas manifestaciones en Espinar de 2012, cuyo saldo trágico fue de dos muertos, varios heridos y destrucción de propiedad pública y privada. Merma es el enlace de las ONG antimineras en el sur. Mediante sus actividades periodísticas intenta detener la producción de cobre en esa zona del Perú.
Vidal Merma ha organizado en Espinar un Comité por la defensa del agua potable y se ha autoproclamado presidente del comité. Pero él ya es conocido en Espinar, Chumbivilcas y en otras zonas del sur minero por su abierta oposición a las actividades mineras. En ese contexto, el informe publicado por Merma en OP tiene una connotación claramente antiminera, que apunta a soliviantar a los pobladores con informaciones alejadas de la realidad.
Vidal Merma no explica que el ciclo hídrico constante comienza con la evaporación del agua. Y que las precipitaciones pluviales, al alcanzar las partes altas de las montañas, discurren hacia abajo y absorben los minerales de las profundidades. En este proceso se forman corrientes subterráneas que originan bofedales, puquiales, manantiales, lagos, ríos y lagunas. Es evidente que estas aguas tienen que absorber los minerales de las tierras por las que discurren.
Vidal Merma tampoco señala que en el sur existe una cadena que suma más de 400 volcanes, la mayoría de ellos en el sur, en los departamentos de Ayacucho, Apurímac, Arequipa, Cusco, Moquegua, Puno y Tacna. Los más conocidos son los volcanes Chachani, Misti y Ampato en Arequipa; Huaynaputina, Ticsani y Ubinas en Moquegua; Kapia en Puno; y Tutupaca y Yucamani en Tacna. Vidal Merma también omite decir que las aguas del río Titire, Moquegua, a 4,170 metros sobre el nivel del mar, no es apta para el consumo humano ni para la agricultura ni ganadería porque contiene niveles altos de minerales, tales como el boro y arsénico, de origen volcánico.
El informe de Vidal Merma obvia que en Cusco, y en todo el país, existen numerosas aguas termales, convertidas en atractivos turísticos. Aguas con contenidos altamente mineralizados. Por ejemplo, las aguas termales de las mina Moqo, a medio kilómetro de Calca (Cusco), en el lecho del río Vilcanota; de Machacancha, a 8 km de Calca; de Santa Teresa, en La Convención; de Lares y, entre otros, el de Machu Picchu. Quienes acuden a los baños termales saben que son aguas mineralizadas provenientes de las profundidades.
El autoproclamado dirigente del agua de Espinar tampoco explica que la famosa Montaña de los Siete Colores (Vinincunca), en el distrito de Pitumarca, provincia de Canchis (Cusco), es la mejor muestra de la mineralización natural de la cordillera andina. Distintas placas tectónicas y fenómenos meteorológicos como la lluvia, granizo y nieve, junto a areniscas, halitas, gravas, caliza y otros minerales, le han dado a la montaña distintos colores.
¿Dónde está, entonces, la novedad del informe de Vidal Merma y de Ojo Público? Desde tiempos inmemoriales los pobladores saben que, por filtración, las aguas de las lluvias atraviesan las profundidades de las montañas recogiendo todos los minerales contenidos en ellas.
Los antimineros ocultan los principios fundamentales que gobiernan a la naturaleza para intentar vincular la presencia de minerales en las aguas de los ríos del sur con las actividades mineras. El informe que publica OP no es concluyente; es decir, no señala las causas de la procedencia de los minerales en el agua. Sin embargo, es utilizado por los dirigentes radicales de Espinar para generar climas adversos a las inversiones mineras.
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