Según la propuesta del Ejecutivo la vigencia del Regist...
En Chimbote (Áncash) –donde se realiza intensa actividad pesquera y petrolera por más de 60 años– el Consejo Regional de Biólogos del Perú ha manifestado su oposición a las actividades de exploración y posterior explotación de hidrocarburos en el mar del norte peruano. Para los biólogos del Consejo, las actividades de la industria de hidrocarburos “son incompatibles con la riqueza biológica y pesquera del mar peruano y del litoral de Áncash”.
No obstante, vale señalar que para el biólogo Rómulo Loayza “el ecosistema marino frente a Perú es el más productivo del mundo. Desde hace varios años la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reporta que Perú es el segundo país con mayor extracción pesquera en el mundo. El primer país es China, aunque declara su pesca en Perú como si la hubieran extraído en su litoral”. Asimismo Enrique González, consultor internacional en temas de hidrocarburos, ha señalado fehacientemente –y en contra de la posición del Colegio de Biólogos de Chimbote– que “los procedimientos de exploración y futura explotación de hidrocarburos en el ámbito marino de la región Áncash están debidamente sustentados, aprobados y fuera de todo riesgo”.
González hace esta aseveración sustentado en estudios recientes realizados por geocientistas, técnicos ambientalistas y los hechos por él mismo. Es miembro de la Sociedad Geológica Peruana, con muchos años de experiencia estudiando nuestra geología. El especialista indica que, de acuerdo a estudios regionales, el mar peruano tiene afloramientos naturales de hidrocarburos (oil sepes) desde hace más de 20 millones de años. Asimismo, por estudios geoquímicos realizados recientemente en el lecho marino, se demuestra la presencia de bacterias y compuestos químicos vinculados a los elementos básicos de los hidrocarburos: Hidrógeno (H), Oxígeno (O) y Carbono (C). Asimismo, otros estudios geofísicos con equipos de alta tecnología han demostrado la ausencia de daño a la masa hidrobiológica o nectónica (partículas microscópicas como el plancton, bentos y neuston necesarias para la generación de un 80% de oxígeno del planeta y, además, alimentos naturales para la flora y fauna marina).
Para sus diversas investigaciones los científicos utilizan aire comprimido para simular fenómenos sísmicos. Con el experimento, la fauna en cautiverio –sumergida en canasta y a grandes profundidades y liberada después– no fue afectada por el fenómeno científico simulado. Además, para reforzar los resultados de los experimentos, un reciente informe realizado por el Instituto del Mar Peruano (Imarpe) –una de las instituciones científicas más importantes del país– en los lotes petroleros Z-67 y Z-68 demuestra la coexistencia en las áreas de afloramiento de hidrocarburos en alta mar con las áreas de desove de la anchoveta, sin registrar pérdidas de volumen.
Para González, el mar peruano es completamente sano. Si no lo fuera, el ecosistema marino no sería el más productivo y tampoco Perú sería el primer país con mayor extracción pesquera en el mundo, como señala el biólogo Loayza. Después de 60 años de actividades petroleras marinas, ballenas jorobadas y otras especies marinas son avistadas constantemente en la costa norte peruana. Asimismo, en las peñas marinas, formadas hace millones de años, se observan distintas variedades de moluscos, crustáceos y erizos de mar. Vale señalar que la sostenibilidad de las actividades pesqueras y de hidrocarburos es estudiada constantemente por la industria pesquera y petrolera con el fin de preservar las especies marinas.
La caída de la producción e inversiones de petróleo pone en peligro la independencia energética peruana. El Frente Amplio (FA) de Marco Arana –ex sacerdote, ex congresista y dueño de la ONG Grufides– intenta paralizar desde el Congreso de la República el 50% de las actividades gasíferas en la Amazonía. Un proyecto de ley pretende crear zonas protegidas y reservas naturales excluidas de actividades que incluyen la construcción de carreteras y puertos y servicios de telecomunicaciones, salud, educación y otros. Y lo peor, si las autoridades peruanas suscriben el Acuerdo de Escazú, el país entregará su soberanía en la Amazonía a grupos de funcionarios internacionales estrechamente vinculados al marxismo y a las oenegés del ambientalismo ideológico. Y con ello los recursos nacionales existentes (pesca, hidrocarburos, forestal y minerales) ya no podrán ser administrados soberanamente. Estamos advertidos.
COMENTARIOS