Editorial Economía

El radicalismo y los estándares ambientales absurdos

El radicalismo y los estándares ambientales absurdos
  • 24 de junio del 2016

El Ministerio del Ambiente y sus normas imposibles de cumplir

Desde que se creó el Ministerio del Ambiente, el ecologismo radical se ha dado maña para influir en algunas decisiones trascendentales para el país. Uno de los objetivos de este ecologismo ha sido paralizar la cartera de proyectos mineros, que bordean los 60,000 millones de dólares, utilizando criterios absurdos, como el de los niveles de Estándares de Calidad Ambiental (ECAS). Por ejemplo, se ha establecido que el dióxido de azufre en el ambiente solo debe ser de 20 ug/m3/dia (microgramo/metro cúbico/día), pero en casi todas las ciudades industrializadas esa cifra se supera largamente. De cumplirse la delirante normativa impuesta por el Ministerio del Ambiente, no habría industrialización del país ni la tan mentada “diversificación productiva” ´podría hacerse realidad.

Desde enero del 2014, el Ministerio del Ambiente impuso la norma (DS-003-2008-MINAM) que fijaba que el ECA-Aire para el dióxido de azufre debe ser de 20 ug/m3/dia. Dicho estándar debía cumplirse de forma obligatoria en todas nuestras ciudades. Bueno, pues, es y será imposible que el sector industrial cumpla con semejante normativa, porque sencillamente no está sujeta a la realidad. El radicalismo imperante en el Ministerio del Ambiente pretende que en el Perú se adopten normas que en otros países no existen. Mientras que aquí se exige que las emisiones de azufre de las fundiciones de cobre, por ejemplo, se reduzcan a 20 ug/m3, Japón tiene un ECA de 105 ug/m3, Chile 250 ug/m3, la Unión Europea 125 ug/m3 y los Estados Unidos ¡325 ug/m3!

Además, la norma referida no está sujeta a la realidad de las ciudades. Por ejemplo, la compañía minera Southern Peru hizo una prueba cerrando temporalmente la planta de fundición y refinería en la ciudad de IIo, con el objetivo de medir cuántos microgramos por metro cúbico de dióxido de azufre hay en la ciudad. El resultado de la emisión de dióxido de azufre diario en Ilo fue entre 60 ug/m3 y 80 ug/m3. La fuente de la emisión fue el ¡transporte urbano! Es decir, solo el transporte de la ciudad contamina entre tres a cuatro veces más lo dispuesto por la norma del ministerio.

Como es imposible que el sector industrial pueda cumplir esta normativa, el Ministerio del Ambiente hizo algunos correctivos transitorios, estableciendo  que el ECA para dióxido de azufre sea de 80 ug/m3 hasta que "se cumpla con la norma". No obstante, lo que se necesita es que el nuevo gobierno derogue, de una vez por todas, aquellas normativas imposibles de cumplir y elabore nuevos estándares que vayan de acuerdo a la realidad. Además la nueva normativa debería dar un plazo a las empresas industriales para que se adecúen a los nuevos estándares, pues ello implica la renovación de tecnología y de equipos, así como inversión en el largo plazo.

El nuevo ejecutivo tiene aquí un gran reto. Si se quiere que el país se industrialice y que la producción se diversifique, para que no solo vendamos materias primas, entonces se debe desarmar todo el andamiaje legal que el radicalismo ambiental ha construido desde el Ministerio del Ambiente. De lo contrario, ¿dónde se procesarán toda la materia prima que tiene el país? ¿En Chile, China o Canadá?

 
  • 24 de junio del 2016

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