El relevo de José Salardi del Ministerio de Econom&iacu...
Según el Ministerio de Energía y Minas, el 27.7% de los proyectos mineros pendientes del país están ubicados en la región Cajamarca, y totalizan inversiones por US$ 16,209 millones. Con el inicio de las operaciones de todos los proyectos mineros en Cajamarca, se constituiría un clúster de desarrollo modelo para el país. La pobreza, el desempleo y la informalidad decaerían enormemente, y las oportunidades de los jóvenes y de los estudiantes serían únicas en la región del norte.
De acuerdo a los resultados de los procesos electorales de octubre y diciembre pasado, ha quedado demostrado el giro de 180 grados de las preferencias de la población respecto al modelo económico para su región. El voto antiminero ha sido pulverizado en las ánforas electorales. La población cajamarquina vivió en carne propia lo que significa la depresión económica y social generada por los modelos socialistas que intentaron introducir las anteriores autoridades de la región. El 89.88% de los votos emitidos en la segunda vuelta electoral, obtenidos entre los partido Acción Popular y Alianza para el Progreso, significan un rechazo casi unánime de la población a los relatos del ambientalismo ideológico que convirtieron la región en una de las más pobres del país. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la pobreza en la región alcanzó casi al 50% de la población en 2017.
No obstante todos los resultados electorales, el gobernador de Cajamarca, Mesías Guevara de AP, ha señalado respecto al proyecto Conga que “debería seguir en suspenso por las muchas falencias que tiene”. Ha indicado además que el Estado en Cajamarca debería establecer un “nuevo modelo minero”. A pesar de la severidad de las palabras de Guevara sobre Conga, su criterio con respecto al proyecto Michiquillay es positivo.
La posibilidad de desarrollar un clúster de desarrollo incluye a los proyectos mineros Michiquillay, concesionado a la compañía Southern Peru, Galeno (Lumina Copper) y Conga (Buenaventura), proyectos ubicados en el distrito La Encañada, provincia de Cajamarca. El clúster cuprífero también alcanzaría a los proyectos Quilish, Quecher, Río Tinto, La Granja y Shahuindo todos desarrollados en la región. Es decir, el despegue de la región Cajamarca y de norte del Perú estaría más que garantizado.
A entender de este portal, basta observar los resultados electorales recientes para establecer que la llamada licencia social para Michiquillay —que se obtiene en las audiencias públicas donde se presenta el Estudio de Impacto Ambiental de los proyectos mineros— es una realidad . Por ejemplo, el movimiento antiminero ha sido derrotado ampliamente en distritos de La Encañada, Baños del Inca, Llanacora y Namora, zonas consideradas de influencia minera del proyecto Michiquillay. Es decir, la mayoría de la población está de acuerdo con la minería moderna, responsable y de talla mundial, que conserva el medio ambiente y desarrolla sus actividades dentro de los parámetros internacionales más exigentes.
La debacle de la región es responsabilidad de Gregorio Santos, del Movimiento de Afirmación Social (MAS), Marco Arana, del Frente Amplio (FA), el ex emerretista Wilfredo Saavedra, Idelso Hernández, la Federación Regional de Rondas Campesinas e Indígenas y Urbanas de Cajamarca y Edy Benavides, alcalde de la provincia de Bambamarca. ¡En ocho años casi destruyen totalmente a Cajamarca! “Años de monotonía y retraso”, según ha señalado monseñor José Carmelo a la Red de Comunicación Regional (RCR).
La pobreza, la falta de oportunidades y la caída de la producción —de hasta -5.3%, de acuerdo al Índice Compuesto de Actividad Económica (ICAE) 2016—, y el desaliento no son los únicos problemas que deberá enfrentar el nuevo gobernador Guevara. Lo es también la corrupción. Por ejemplo, se ha denunciado la compra de zapatos para los trabajadores que realizan obras públicas para la municipalidad provincial de Hualgayoc-Bambamarca, valorizados cada par en S/ 560. El ahora ex alcalde Edy Benavides, del movimiento antiminero y militante de la izquierda antisistema, deberá responder por la compra realizada a la empresa Consulting Group, por S/ 78,251.
La reactivación económica de Cajamarca depende de la viabilidad de los proyectos mineros pendientes y del sector agropecuario, al que se dedica más del 55% de la población. El sector minero ha demostrado con creces que es capaz de movilizar a los sectores agrícolas y pecuarios en las zonas de influencia minera, a través de la inversión en recursos hídricos: represas, pozos subterráneos, y toda clase de reservorios, canales y sistemas de regadío.
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