Editorial Economía

Ejecutivo y Congreso incendian modelo

Se gastará más de un tercio de fondos previsionales

Ejecutivo y Congreso incendian modelo
  • 30 de abril del 2020

Con las decisiones del Gobierno y del Congreso, los políticos seguramente ganarán popularidad y dejarán en claro qué sector “está más cerca del pueblo”. Pero es evidente que no tienen la más remota idea de cómo ha funcionado la economía en las últimas décadas y cómo se ha logrado triplicar el PBI, reducir la pobreza del 60% de la población a solo 20% y alcanzar logros sociales nunca vistos antes de la pandemia.

Las decisiones del Ejecutivo –que ha aprobado dos decretos de urgencia para posibilitar retiros– y la ley promulgada por el Congreso, que permite retirar el 25% de las cuentas individuales (hasta S/ 12,900) pueden significar una corrida de S/ 30,000 millones del sistema de privado de pensiones, que antes de la pandemia sumaba ahorros de S/ 189,000 millones; pero que, con el avance del Covid-19 y la recesión se redujeron a S/ 150,000 millones. En este contexto, la demagogia y los políticos de ambos poderes del Estado –aprovechando los errores de las AFP y la falta de reformas– comenzaron una campaña de desprestigio contra las cuentas individuales. Uno de los demagogos incluso propone retirar el 100% de las cuentas individuales para liquidar el sistema, mientras algunos supuestos defensores del modelo guardan silencio por los errores acumulados por las AFP.

No es que la carrera populista vaya a terminar. Cuando una de las vigas del modelo cae, los populistas creen que han encontrado una manera de traerlo abajo completamente. Así han llegado al poder todos los caudillos populistas del continente.

Ahora bien, ¿por qué poner en peligro el sistema privado de pensiones es dinamitar un pilar del modelo económico?  Como todos sabemos, el sistema estatal de reparto se basa en el aporte de los trabajadores activos a un fondo común, con el que se paga las pensiones de los jubilados. En este modelo, los políticos –así sucedió en el siglo XX en el Perú– tenían el control de los fondos para las pensiones y solían utilizar esos ahorros para construir obra pública o para estrategias clientelistas. De allí que en el Perú nunca se lograran pensiones viables. A ese hecho había que sumar que el avance de la ciencia médica –hasta antes de la pandemia-–aumentaba la longevidad. Semejante situación determinaba que en el sistema estatal hubiera cada vez más jubilados que aportantes al fondo común. Los estados tenían entonces que financiar las pensiones y los déficits públicos se expandían.

Para superar ese modelo nació el sistema de cuentas individuales administradas por las AFP, en el que los fondos dependen de la cantidad de los aportes de cada persona y las estrategias de inversión de las entidades administradoras de pensiones. Es evidente que en el Perú hay que hacer reformas, sobre todo promoviendo la competencia para incrementar las ganancias de los fondos y rebajar comisiones. Pero de ninguna manera se puede dinamitar el sistema previsional como lo están haciendo los políticos del Congreso y el Ejecutivo, en una feroz carrera populista.

La izquierda comunista en Chile y Perú la ha emprendido contra el sistema de cuentas individuales. Suelen reclamar pensiones como las de los países desarrollados, no obstante que nuestros ingresos per cápita apenas representan menos del 20% de los de los países industrializados. Proponen pensiones de países desarrollados para sociedades sin una revolución industrial. Pura demagogia. Mientras que en Chile se resiste, pese a las pasadas convulsiones sociales, la administración Vizcarra y el Legislativo, compitiendo en irresponsabilidad, han lanzado una bomba nuclear contra el sistema previsional.

Con estas decisiones los fondos de las cuentas individuales que permanezcan en el sistema perderán significativamente, porque las acciones de las AFP y las respectivas inversiones financieras perderán valor en términos significativos. Pero no solo perderá el sistema previsional, sino también toda la economía en su conjunto, en medio de una recesión que amenaza con tragarse el 10% del PBI. Se reducirá el valor de los bancos, los valores de los mercados bursátiles e, incluso, se acelerará la caída del precio de las propiedades. ¿Por qué? Porque el sistema privado de pensiones representa el principal ahorro privado e invierte más de S/ 95,000 millones en la economía peruana: S/ 36,000 millones en bonos del Estado, S/ 36,000 millones en el mercado de capitales y S/ 22,000 millones en el sistema financiero.

Es increíble cómo el fracaso del sistema de salud, por los problemas estructurales acumulados y la irresponsabilidad del actual Ejecutivo, ha obligado a establecer una cuarentena medieval que ha sumido al Perú en una recesión sin precedentes y que aumentará la pobreza en 5 o 6 puntos porcentuales. Sin embargo, la terrible combinación de pandemia y recesión comienzan a amenazar de gravedad al modelo económico. ¡Es urgente reaccionar!

  • 30 de abril del 2020

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