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Versión cinematográfica de la novela de Stephen King
El novelista norteamericano Stephen King es, sin ninguna duda, el gran maestro del terror de nuestro tiempo, a pesar de que la crítica literaria no valora su obra. Novelas de King han dado origen a películas clásicas como El resplandor (1980, dirigida por Stanley Kubrick), Carrie (1976, Brian de Palma), Misery (1990, Rob Reiner) y La niebla (2007, Frank Darabont), entre muchas otras. Actualmente hay en cartelera tres obras basadas en relatos de King, entre las que destaca nítidamente Eso (It, 2017), la historia de siete niños perseguidos por el terrorífico Pennywise, el payaso bailarín. Una película hollywoodense con un cierto sabor latino, pues ha sido dirigida por el argentino Andrés Muschietti y producida por su hermana Bárbara.
Las acciones transcurren en el pequeño pueblo de Derry, en la costa este de Estados Unidos. Ahí un grupo de preadolescentes nada populares —Bill, Richie, Eddie, Beverly, Stan, Mike y Ben— , lo que en ese país se suele denominar “perdedores” (de hecho, se llaman a sí mismos “los perdedores”) , se disponen a salir de vacaciones escolares, pero sin ninguna perspectiva de diversión: todos son pobres, tienen problemas familiares, son víctimas del bullying y su salud no es la mejor (un obeso, un asmático, etc.). Algunos de ellos tiene problemas incluso mayores, como Mike, un afroamericano acosado por delincuentes racistas; y Beverly, la única mujer del grupo, abusada sexualmente por su padre. Ellos se dan cuenta de que tienen sueños y visiones en los que aparece un extraño payaso, al que denominan “eso” (it). Cuando el payaso comienza a perseguirlos también en el mundo real, los asustadizos niños tienen que armarse de valor para enfrentarlo.
El relato de King —publicado originalmente en 1986, y del cual ya se había hecho una miniserie para televisión en 1990—, está lleno de elementos recurrentes en el género: casa en ruinas, túneles, personas desaparecidas, etc. Andrés Muschietti (Buenos Aires, 1973), quien ya tiene cierta experiencia dentro del terror —dirigió la recomendable Mamá (2013)— opta esta vez no por “sorprender” a los espectadores, sino más bien mostrar las emociones de los personajes. En ese sentido, el reparto resulta por demás eficiente, especialmente Jaeden Lieberher (Bill), el líder del grupo, en quien caen las escenas más dramáticas (relacionadas con su hermano menor desaparecido); y Sophia Lillis (Beverly), el personaje más complejo. A ellos se suma una acertada dosificación de los momentos de terror, y un Pennywise (interpretado por el sueco Bill Skarsgård) mucho más controlado que la versión noventera.
Un relato de horror funciona cuando el “objeto terrorífico” de alguna manera representa algún temor colectivo y profundo. En este caso Pennywise se alimenta precisamente de los miedos y temores de sus víctimas; y todos ellos (como ya hemos señalado) son “perdedores”, pobres y marginados por diversos motivos. Esto hace que el proceso de simbolización resulte bastante obvio. Al ambientar las acciones en 1990, se nos está remitiendo a las administraciones de Reagan y Bush; y también se da pie a que la segunda parte, que según la novela sucede 27 años después, se desarrolle en nuestros días, en plena administración Trump. Habrá que ver qué tipo de temores encarnaría hoy Pennywise, el terrorífico payaso bailarín.
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