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El gran compositor peruano Augusto Polo Campos murió ayer, poco antes de la medianoche, a los 85 años de edad y tras una larga agonía. Con él se fue toda una época de la música popular peruana: la edad de oro de la canción criolla. Junto con Chabuca Granda fueron los dos más grandes compositores de música criolla entre los años cincuenta y setenta del siglo pasado, y sus canciones fueron interpretadas por los más destacados músicos y cantantes, tanto peruanos como extranjeros. Personaje popular y polémico (hasta se ha hecho una miniserie de televisión sobre su accidentada vida amorosa) Polo Campos es autor de canciones como “Cuando llora mi guitarra”, “Regresa”, “Cariño malo”, “Limeña”, “Cada domingo a las doce”, “De puerta en puerta” y “Contigo Perú”, entre muchas otras que demuestran claramente la calidad, la vigencia y el arraigo de su obra.
Augusto Armando Polo Campos nació en el pueblo ayacuchano de Puquio, el 25 de febrero de 1932; hijo de Rodrigo Polo Alzamora, capitán del Ejército peruano, y de Flor de María Campos. Ambas padres de Augusto pertenecían a familias muy vinculadas con la música criolla: las cantantes Graciela y Noemí Polo (que conformaban el dúo Las Limeñitas) eran sus primas, y Oswaldo Campos (del dúo Irma y Oswaldo) era su tío. En ese ambiente, no resultó extraño que Augusto se aficionara desde joven a la música criolla, destacando por su talento verbal y su facilidad innata para componer canciones. Así, sus primeras canciones, casi todas divertidas y cómicas, serían interpretadas por el exitoso grupo Los Troveros Criollos”. A esta primera etapa corresponden canciones como “La jarana de colón”, “Ay, Raquel” y “Romance en La Parada”.
Esta sociedad musical se vería interrumpida por el ingreso de Augusto a la Escuela Nacional de Policía, a mediados de los años cincuenta. Diez años estaría vinculado a esta institución, de la que se retiraría en 1964, para iniciar una nueva etapa en su vida artística, esta vez como compositor del trío Los Morochucos, con el gran Óscar Avilés como primera guitarra. De esta época son, sin lugar a dudas, las mejores canciones de Polo Campos: “Cuando llora mi guitarra”, “Cariño malo”, “Regresa”. Ya en los años setenta, y disueltos Los Morochucos, Polo Campos continuaría su sociedad musical con Avilés, quien formó dúo con el Zambo Cavero. Cavero y Avilés pasaron a ser los principales intérpretes de las canciones de Polo Campos, entre ellas las que hizo por encargo del Gobierno Militar de aquellos años, y que trataban de exaltar la peruanidad: “Y se llama Perú” y “Contigo Perú”. No obstante ser encargos de una dictadura, el talento de Polo Campos las convirtió en verdaderos himnos patrios, que hasta ahora los peruanos cantan con verdadera devoción.
Polo Campos encontró otros campos de expresión para su gran talento verbal. Durante muchos años fue libretista de programas cómicos de televisión, y se le recuerda especialmente por ser el autor de los monólogos políticos de “Camotillo el Tinterillo”, el personaje interpretado por Tulio Loza en su exitoso programa de televisión. Además fue columnista y creativo publicitario. Pero siempre será recordado por su labor como compositor, por la que obtuvo los mayores reconocimientos; como haber sido declarado por la Organización de Estado Americanos (OEA) como “Patrimonio de América”. Un justo homenaje para uno de los mayores compositores latinoamericanos del siglo XX.
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