¿Y si PPK no termina su mandato?

Cambio ministerial para atenuar el choque entre Parlamento y Ejecutivo

La sombra vuelve. La renuncia inevitable de Martín Vizcarra, por el caso del Aeropuerto de Chinchero, a la cartera de Transportes es un duro golpe para el pepekausismo. De hecho, ya la salida abrupta de un ministro es una conmoción para un gabinete; pero que el saliente sea también vicepresidente, es un golpe doble. Nadie —ni analistas, ni políticos ni periodistas— se atreve a decir en voz alta lo que circula por los pasillos: PPK no terminaría su mandato por errores propios y garrafales.

La única explicación de que el gobierno pepekausa haya llegado a esta situación de desconcierto político es que se dejó arrastrar por los consejos de los “asesores presidenciales”, de aquellos pequeños rasputines que le señalaron al gobierno el camino de la confrontación y no de la convergencia. Quisieron extender la fórmula de las elecciones pasadas, el antagonismo entre antifujimorismo y fujimorismo. De allí que el gobierno pepekausa haya querido gobernar sin considerar que el fujimorismo tenía una bancada mayoritaria en el Congreso. ¡Tremendo error!

Medios y periodistas antifujis. A esta situación absurda han contribuido un sector del periodismo y medios de comunicación que alientan una confrontación sin sentido. ¿Cómo un hombre maduro y cuajado en política como PPK puede todavía dejarse arrastrar por los asesores y periodistas que lo llevan al abismo? Simplemente la actitud del mandatario no se entiende.

Cambio en el gabinete. ¿Cómo apagar tamaño incendio? La única solución pasa por recomponer el Gabinete; incluido al PCM Fernando Zavala, a quien se le siguen escapando los conejos. Zavala es un buen técnico, pero a este gobierno le faltan mejores políticos. Juan Sheput o Alfredo Ferrero pueden ser las cartas que tiene el pepekausismo si pretende cambiar el panorama adverso.

Troll pepekausa. De otro lado, tan mal estará este gobierno que apela a un ejército de “trolls” pagados desde Palacio. Como los pepekausas no tiene calle ni Parlamento, el gobierno repite las prácticas que estamos seguros serían un deleite para Montesinos. Ello genera tristeza porque se supone que estábamos ante un “gobierno de lujo”, que iba a poner a marchar los motores económicos del país luego de la deplorable gestión humalista.

¿Y la izquierda parlamentaria? Pues allí, sin ningún tema relevante en la agenda. Ni Marco Arana, ni Verónika Mendoza saben dónde posicionarse, si ser oposición o colaborar con el gobierno pepekausa. Si son oposición, son aspirados por el fujimorismo; si colaboran con el gobierno pepekausa perderán espacio.

Iván Arenas