¿Y la encuesta sobre la Ley Mulder?

Estimado lector, en los últimos días se han publicado y difundido sendas encuestas realizadas por diversas empresas, sin embargo en ninguna de estas se ha preguntado al encuestado si está a favor o no de que el Congreso apruebe la denominada “Ley Mulder” que —de aprobarse— restringiría la publicidad estatal en los medios de comunicación privados. ¿Por qué las encuestadoras no incluyeron tal pregunta? Y si la hicieron ¿por qué no la publican? En esta columna ensayo la siguiente hipótesis: porque un amplio sector de peruanos está a favor de la referida ley y se opone a que el Estado subsidie, a través de onerosos contratos de publicidad, a los medios privados.

De allí entonces que las empresas encuestadoras y los medios de comunicación que difunden tales encuestas hayan obviado de manera olímpica lo que sería una verdad más grande que la cordillera: que el peruano de a pie no quiere que el Estado financie a los medios privados. No hay otra razón. En todo caso, si una mayoría de peruanos estuviera en contra de la Ley Mulder —es decir, a favor que la publicidad estatal se difunda por medios privados— hace mucho que algunos medios y periodistas lo habrían publicado en sus columnas y portadas. ¿O no?

Se apruebe o no, el debate sobre si esta ley limita, restringe o atenta contra la libertad de expresión o de prensa debe tomarse en serio. ¿Por qué? Porque se está empezando a desarrollar la idea de que la propuesta de Mulder —que sería aprobada por la mayoría de Fuerza Popular— sería el síntoma de una antesala al autoritarismo y regreso a los noventa, y eso no tiene mucho de asidero. Quizá aquí valga aclarar que la democracia está perdida si no existe la libertad de expresión o de prensa. Sin embargo, ¿puede existir libertad de prensa cuando el Estado es uno de los principales anunciantes en un diario o medio privado? Es evidente que no.

Ahora sabemos que durante el efímero Gobierno pepekausa se gastó más de S/ 500 millones en subvenciones a medios privados, y que fue durante el nadinismo cuando se pudo ver de manera nítida una bien lograda estrategia de utilizar la publicidad estatal para favorecer a algunos medios y arrinconar así a la oposición. ¿Quién puede negarlo? En todo caso, esta semana será decisiva para la decisión final del Congreso.

Ahora, cambiando radicalmente de tema, diremos ¡qué bien la pasa Alejandro Toledo! Su condición es de un prófugo de la justicia peruana, y sin embargo disfruta de la vida de un pachá en Estados Unidos (con cervezas incluidas). Hace días, un juez invalidó las pruebas del caso “Castillo de Arena” (Camargo y Correa) y ahora su abogado Heriberto Benitez pretende que se anule la prisión preventiva.

Y una de estribo. Manuel Velarde no conoce Lima, la ciudad que quiere gobernar. Eso de que Lima es una ciudad plana corrobora que no ve esa Lima popular y emergente, esa Lima cuyos votos están en disputa.