Manuel Gago
Vizcarra y los resultados PISA
Educación y economía estancadas

El conformismo nacional celebró los recientes resultados educativos PISA 2018, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Perú continúa estancado en el mismo puesto de hace tres años: 64 de 79 países. Y solo porque avanzamos algunos puntos en comprensión lectora y matemáticas, hubo algarabía en las almas tibias del país.
Los colegios en Polonia –décimo en las evaluaciones PISA– utilizan infraestructura educativa de antes de la Primera Guerra Mundial. Aquí es todo lo contrario: una modernidad falsa destruyó el edificio histórico de la Gran Unidad Escolar Santa Isabel de Huancayo. Un constructor y la autoridad, en lugar de mejorar la educación del colegio público, pensaron solo en los contratos de demolición y construcción del colegio nuevo, nada más.
Los resultados PISA debieron ocupar el centro de las discusiones. Pero no, fueron dejados de lado por un titular en la portada del diario El Comercio: “Develan irregular pago en gestión regional de Vizcarra”. El titular, como señala el argot periodístico, es un refrito. El 17 de junio pasado, el periodista Plinio Esquinarila, del diario Expreso, reportó con pelos y señales todo lo acontecido con la construcción del hospital de Moquegua durante la gestión de Martín Vizcarra como presidente del gobierno regional de Moquegua, en el periodo 2011-2014. Según las investigaciones, en las últimas horas de la gestión de Vizcarra se aprobó y pagó más de S/ 41 millones a la constructora a cargo del proyecto del hospital (además investigada por ser parte del “club de la construcción”). Según la Contraloría, en lo actuado existen responsabilidades penales.
En la semana, otra titular de El Comercio –“No se hizo estudio sugerido por Unesco en Chinchero”– señala que el Gobierno vizcarrista obvió un informe de la Unesco sobre el impacto que ocasionará el aeropuerto de Chinchero a la zona arqueológica de Cusco. No obstante las noticias, ¿el conglomerado de medios de comunicación tradicional más grande del país comienza a retirarle el apoyo a Vizcarra? ¿Qué hay detrás de todo esto? Ya lo sabremos.
Lo cierto es que quienes se arropan de pulcritudes falsas para ganar popularidad, esconden putrefacciones. Para despistar, los ladrones gritan “¡allí va el ladrón!". Y la mayoría de la población no aprende la lección: los populares de hoy terminan presos mañana. Mientras tanto, el país continúa estancado seriamente. El crecimiento económico en 2019 alcanza 2.5%. A Vizcarra no le importa su responsabilidad de gestionar el desarrollo económico del país, ofrecer servicios públicos de calidad y otorgar seguridad jurídica a las inversiones. Dedicado solamente a una supuesta lucha contra la corrupción.
Los resultados PISA son el reflejo de una sociedad estancada. La población reclama mayor educación para desterrar la corrupción y obtener por parte de las autoridades mejores resultados. Simples enseñanzas motivadoras no son suficientes. El ejemplo enseña mucho más que las palabras bien elaboradas. El eterno drama nacional se esconde con populismo y demagogia. Por popularidad, Vizcarra entregó a los alcaldes y gobernadores regionales la mayor parte de las obras de la Reconstrucción con Cambios (RCC). Presupuesto a libre disponibilidad, pero las obras no avanzan. En tres años solo el 14%; y como los resultados PISA, tampoco ocupan la atención de la población.
Sin percatarse del drama nacional, la mayor parte de los candidatos al Congreso de la República han focalizado sus propuestas políticas en torno a la manida lucha anticorrupción. ¡Qué groseros al pretender desterrar la criminalidad con más normas! Subestiman la capacidad de sus electores. Solo se oye de ellos declaraciones políticamente correctas. No obstante, aún cuando el próximo Congreso sería mayoritariamente contrario a las posiciones del marxismo y la izquierda peruana, la mediocridad podría imponerse nuevamente. Y las reformas que se necesitan para transformar al país continuarán estancadas como la reconstrucción del norte, la educación peruana y la economía.
Y así, el populismo y la demagogia volverán al Congreso. Los próximos resultados PISA serán lo de siempre, y la economía de grandes sectores de la población –que sobreviven por el pitufeo proveniente del narcotráfico, minería ilegal, tala ilegal y contrabando de madera y otras criminalidades que ocupan a los más jóvenes– también seguirá estancada y sin esperanzas mayores.
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