María Cecilia Villegas

Vistas las cosas

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María Cecilia Villegas
31 de marzo del 2016

El fujimorismo necesitará alianzas para la segunda vuelta  

A diez días de las elecciones, todo parece indicar que el Fujimorismo tendría el control del Parlamento con cerca de 70 congresistas. La segunda fuerza política seria PPK con 19, seguida de Acción Popular con 14, el Frente Amplio con 10, Alianza Popular con 9 y APP con 8. Por ello, sin importar si Keiko Fujimori gana las elecciones o no, la fuerza política más importante que tendremos los próximos cinco años será el fujimorismo. Y quien llegue a Palacio se verá obligado a negociar con ellos para pasar cualquiera de las reformas que se hacen ya urgentes.

Fujimori ha tocado un techo ya hace varios meses: se mantiene alrededor del 32% de intención de voto, pero no logra romper ese techo. Un error de sus dirigentes fue el distanciamiento de los congresistas de la vieja guardia. Uno podía discrepar de Martha Chávez, pero nadie podía dejar de reconocer que es una política sólida que sabía dar batalla cuando era necesario. Hoy no hay quien salga al frente a responder a cada una de las acusaciones que se le hace sobre los noventas. Keiko propone mirar al futuro; pero no se puede mirar al futuro sin explicar la historia. Y en ello el fujimorismo ha perdido la oportunidad de escribir un libro que explique las reformas, las privatizaciones y concesiones; y que que también reconozcan las fallas, como por ejemplo no haber privatizado Sedapal. Nadie puede negar el origen autoritario y centralista del gobierno fujimorista, ni la corrupción ni el daño hecho a las instituciones. Pero resulta innegable que hubo reformas positivas, algunas de las cuales fueron dejadas de lado por los gobiernos subsiguientes; por ejemplo, la simplificación administrativa, cuyo abandono hoy sufrimos todos y nos pone en puestos vergonzosos en los índices de competitividad. O Cofopri, que hoy no tiene capacidad para titular a los miles que esperan sus títulos de propiedad.  

La estrategia de Keiko fue bastante cómoda: recorrer el interior del país y no responder a los ataques. Eso le ha permitido mantenerse en el 32% de intención de voto. Sin embargo, ha sido un error no abrirse y convocar a otros líderes políticos, técnicos y académicos reconocidos. Es cierto que están Alcorta, Galarreta y Vilcatoma, pero la apertura debería ser mucho mayor. En el camino se han perdido aliados importantes, pues parece ser que para los líderes de este partido disentir es traicionar. Hoy, el antifujimorismo está en aumento y llegando a 49%. Y todavía no hay quien salga a responder sobre los 6,000 millones de las privatizaciones, las violaciones de DD.HH., las acusaciones de corrupción o las esterilizaciones forzadas. Y esto es solo el principio.

Dada la intención de voto actual, no es imaginable una segunda vuelta sin Keiko Fujimori. Pero, ¿podrá ganar esa segunda vuelta? Si el antifujimorismo sigue creciendo le será muy difícil, y debería ya comenzar a buscar alianzas con otras fuerzas políticas. Pero ¿ dónde puede buscar alianzas para ganar en segunda vuelta? Si PPK no alcanza el segundo lugar, es poco probable que apoye a Keiko como lo hizo en el 2011. ¿Barnechea? Lo veo apoyando más a PPK o a Verónika Mendoza que a Keiko. ¿Veronika? La pregunta es ingenua. Y no olvidemos que en el 2011 el tiempo entre la primera y la segunda jugó en contra del fujimorismo. ¿Tendrán ya una estrategia?

María Cecilia Villegas

 
María Cecilia Villegas
31 de marzo del 2016

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