Juan Carlos Valdivia

Un dilema presidencial

Un dilema presidencial
Juan Carlos Valdivia
03 de enero del 2017

El impacto en la economía y en la sociedad de las denuncias sobre corrupción

Hay, sin duda, hechos que escapan a la voluntad de cualquier gobernante; el azar en la historia, sobre el que escribió Basadre. Un gobernante puede verse favorecido por hechos exógenos a su voluntad. Por ejemplo, un incremento de precios internacionales de los productos que exporta su país, o el descubrimiento de yacimientos de gas o petróleo. Pero también puede suceder lo inverso. El segundo gobierno de Belaunde recibió el ataque de la subversión y de un fenómeno de El Niño que afectaron la economía nacional. Por el contrario, el segundo gobierno de Alan García recibió el incremento de los precios internacionales de minerales, como décadas atrás le había sucedido al general Odría.

Lamentablemente, parece que el gobierno del presidente Kuczynski enfrentará hechos ajenos que pueden estropear sus planes económicos. Por un lado, fenómenos naturales como la sequía que viene afectando los cultivos de este año. Se han reducido radicalmente las áreas cultivables y las variaciones climáticas amenazan a las hectáreas sembradas. El agro en la costa es la actividad que mayor mano de obra emplea. Pero además de los hechos de Dios, están los hechos del hombre. El impacto en la economía y en la sociedad de las denuncias de corrupción de empresas brasileñas puede ser determinante para el futuro de los planes del gobierno de PPK.

La inversión privada viene descendiendo los tres últimos años. El impacto de confianza que se supone generaría el gobierno de Kuczynski en el empresariado se ha diluido en medio de supuestos conflictos de poderes y crisis mal manejadas. Por ejemplo, su pretendida presentación en sociedad en la reunión empresarial del año en Paracas, a donde acudieron nueve ministros encabezados por el mismísimo Presidente de la República, se perdió por la mala administración de la crisis generada por la censura al ministro de Educación. Y el impacto de los decretos legislativos con modificaciones tributarias y de simplificación administrativa se ha extraviado ante la falta de definiciones del gobierno peruano frente al caso Lava Jato.

Las declaraciones del presidente sobre el tema han sido dubitativas, una vez más, mostrándose firme con la corrupción; pero tratando de explicar la necesidad de mantener andando las concesiones en manos de las empresas brasileñas. Es pues que está tratando de cuidar el impacto en la economía. Tremendo dilema moral.

Las declaraciones del Fiscal de la Nación y los fiscales a cargo de la investigación, pidiendo prudencia y respeto para sus investigaciones y para los plazos de las mismas, plantean un reto para los medios de comunicación y los congresistas. Estamos ante la más grande investigación sobre corrupción en Latinoamérica, y se requiere mantener una vigilancia sobre los procesos ya iniciados.

Se debe vencer a la corrupción, pero debemos preservar a nuestras instituciones y lo avanzado en la economía. Esa es la tarea.

Por Juan Carlos Valdivia

Juan Carlos Valdivia
03 de enero del 2017

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