Cesar Gutierrez
Tres hechos cruciales previos al 28 de julio
Acuerdos de Perú Libre, mesa directiva del Congreso y gabinete ministerial
La incertidumbre en el terreno político y económico persiste luego de la proclamación de Pedro Castillo como Presidente de la República. No se sabe si el rumbo que tome estará en la línea del ideario del partido que lo hizo candidato, Perú Libre, que se define como de izquierda marxista –rumbo defendido a ultranza por su secretario general, Vladimir Cerrón– o hará un viraje hacia el centro, en una especie de segunda temporada del humalismo, que propone la congresista electa Betssy Chávez
La orientación se definirá en los próximos días, entre el 23 y el 27 de los corrientes, donde sucederán tres hechos: 1) la definición de las metas irrenunciables de Perú Libre, que se realizaría el próximo 23 en un acto partidario; 2) el anuncio de la conformación del gabinete ministerial que deberá hacerse como máximo el próximo día 27 de julio y 3) la conformación de la mesa directiva del Congreso, prevista a instalarse un día antes de la juramentación presidencial del 28 de julio.
Las metas irrenunciables del partido de gobierno ya se han anunciado anteriormente: constituyente, negociación de contratos ley y nacionalización de recursos naturales. Será indispensable saber si ratifican los compromisos, porque los tres son temas controvertidos. Los dos últimos son misiles directos a la línea de flotación de la inversión en industrias extractivas y concesiones de infraestructura, y devendrán en confrontación con gremios empresariales, congresistas de oposición y medios de comunicación afines a ambos.
Sobre una nueva constitución, el mandatario Castillo ha señalado recientemente que se respetará la legalidad existente; es decir, que se hará previo paso por el Congreso. Existen dos posibilidades: 1) la convocatoria a un referéndum para decidir la conformación de una Asamblea Constituyente (AC), previa aprobación de una ley sobre el particular, posición que recomendó un cónclave de 28 juristas durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua, en el año 2001, y 2) iniciativa de modificación constitucional, para introducir el concepto de AC previamente, estableciendo los mecanismos para su convocatoria. Ambas vías no son inmediatas. Y mientras se discuten, el gobierno puede debilitarse sin conseguir siquiera los votos suficientes en el Congreso.
La conformación del gabinete ministerial en todo gobierno electo equivale armar el cubo de Rubik; y en este caso en tiempo récord, dado que algunos convocados preferían enrolarse previa proclamación presidencial. Es una incógnita que se resolverá cuando se haga el anuncio y la juramentación, porque en estas ligas nada está dicho hasta el “sí juro”. Si se incluye personas que tengan conocimientos, experiencia y manejo político –dadas las circunstancias será condición indispensable– se pueden esperar cambios racionales que tendrán que hacerse inexorablemente para mantenernos atractivos en el sistema financiero y de inversiones.
La conformación de la mesa directiva del Congreso, será una señal sobre lo que se espera en la relación Ejecutivo y Legislativo en el nuevo gobierno. Si no hay disidencias en los grupos parlamentarios, la derecha –Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País– contará con 43 miembros, siendo superado en siete congresistas por la izquierda y aliados circunstanciales –Perú Libre, Juntos por el Perú, Somos Perú y Partido Morado–, quedando 37 legisladores en tres agrupaciones de voto no predecible –Alianza para el Progreso, Acción Popular y Podemos Perú. En este terreno el “toma y daca” es práctica común. Los impredecibles tienen la palabra.
Hasta el momento todo está en el terreno de la especulación, desde los apocalípticos que ven en Castillo una reencarnación de Stalin, hasta los optimistas que creen que el profesor, tendrá su “hoja de ruta”, con Humala de retorno, con el acompañamiento de la dupla Salaverry-Vizcarra.
COMENTARIOS