Salvemos a Juanjo

Solidaridad por la salud de un niño

Hoy quiero escribirles para que todos nos sumemos para apoyar a “Juanjo”. Juanjo es un niño de cuatro años, a quien le detectaron leucemia linfática aguda y que es atendido en una clínica privada, y que ha empezado a recibir las primeras sesiones de quimioterapia en estos días. Juanjo es hijo de los periodistas Emilio Camacho y Sandra Enciso, y sus amigos y familiares han iniciado una campaña a través de redes para apoyar a financiar este tratamiento, que sabemos es costoso. Es por eso que les pido que hagamos una cadena de donaciones a la cuenta de ahorros BCP en soles N° 19219367526056 / CCI 002-192-11-9367526056-38, a nombre de Emilio Camacho y Sandra Enciso.

Para un padre, enfrentar un momento como este no es nada sencillo, y es por eso que me atrevo a solicitarles que apoyemos a Juanjo. Hace unos tres años mi hijo, también de cuatro años de edad, tuvo que enfrentar un problema de salud sumamente delicado: le apareció un tumor en el párpado que, en pocas semanas, alcanzó el tamaño de un limón y cubrió su ojo. Santiago enfrentó el burocrático sistema médico colombiano, y así transcurrieron semanas entre su visita al pediatra, el oftalmólogo y la oncóloga. Pero luego vino la lucha ante el seguro para que cubra el costo de la operación y la búsqueda de una sala para la cirugía. Recuerdo claramente cada momento de esos días como si fueran hoy, así como el día en que mi hijo entró a sala de operaciones, con su pañalito, siempre de la mano de Dios.

Son momentos de prueba sumamente duros. Sentir a tu lado el apoyo no solo de un ser querido, sino el del doctor o el anestesiólogo, acompañándote en esta lucha, hace que saques fuerza de flaqueza para seguir caminando. Santiago tiene hoy una “herida de guerra” en el párpado, que le hace recordar esta experiencia, en la que tuvo miedo, pero no estuvo solo. A mí, verlo cada día y ver su “herida de guerra” me pone siempre en presente: la fragilidad de nuestra existencia y el compromiso permanente para actuar de manera solidaria y oportuna para atender las urgencias médicas de nuestros niños, porque son tan vulnerables que su desarrollo depende exclusivamente del compromiso de nosotros, los adultos, para salir adelante.

Se me hace un nudo en la garganta al recordar la botella con el tumor de Santiago, en las manos de mi esposo para llevarla a patología, como se me hace hoy un nudo en la garganta pensando en Juanjo. Es obvio que Juanjo no está solo, somos miles de peruanos los que estamos con él y, al hacerlo, con los miles de niños enfermos de cáncer y cualquier otra patología que ponga en peligro sus vidas.

Los peruanos somos más, y a pesar de que hoy las noticias del momento son la corrupción y el caso Lava Jato, tenemos el deber de poner en nuestra lista de prioridades la construcción de un país mejor, en el que realmente el costo de los servicios médicos no se convierta en una barrera para salvar la vida a un niño. Porque ese niño, por el solo hecho de estar en este mundo, se merece lo mejor de nosotros como sociedad.

Hoy he compartido mi historia contigo porque quiero pedirte que por favor me ayudes para que Juanjo tenga las mejores posibilidades de salir adelante. Siempre con fe.

Giovanna Prialé Reyes