Iván Arenas

“Repensar el modelo”, según Eduardo Zegarra

La izquierda construye su propia narrativa sobre el aumento de la pobreza

“Repensar el modelo”, según Eduardo Zegarra
Iván Arenas
05 de junio del 2024


Días atrás –y a propósito de la presentación de las cifras de pobreza– el economista de cuño izquierdista Eduardo Zegarra indicó en un medio local que el país debería “repensar el modelo” porque “casi hemos tocado fondo”. Asimismo, en otro lugar de la entrevista indicó que el modelo “no genera la suficiente diversificación”. Todo indica que estamos ante el desarrollo de una narrativa desde la zurda para cuestionar el modelo económico, pero sobre todo para adherir y culpar al mercado de las cifras de pobreza. Veamos. 

Lo primera que vale preguntarse es que si, como señala Zegarra, el modelo necesita repensarse, entonces ¿hacía dónde lo repensamos? Es decir, ¿qué modelo de economía se propone en contraposición al actual modelo económico? Si, como indica Zegarra, el “modelo debe repensarse”, entonces ¿cuál sería el modelo ideal? La respuesta cae de madura debido a que Zegarra es un economista de izquierda; entonces, los modelos alternativos al modelo económico actual son Bolivia, Argentina, Chile, Brasil o Venezuela. ¿No es así?

Zegarra dice que debemos repensar el modelo, pero no da una alternativa; sin embargo todos sabemos que su propuesta es más estatalismo; no obstante que en Argentina, Bolivia o Venezuela el Estado ha generado las crisis en aquellos países. Los inmensos programas sociales solo han generado forados económicos y –como en el caso de Argentina– una política de asistencialismo extremo.

En la línea de lo que indicamos en el primer párrafo, lo que en realidad está pasando es que la izquierda intenta construir su propia narrativa del aumento de la pobreza y pobreza extrema. Y en el centro de ese relato está el modelo económico.  Los economistas de izquierda dicen que el Estado y el caos de la gobernabilidad y la antipolítica son dos de las principales razones de lo que ahora sucede en el país. 

Tenemos un Estado que no ha podido generar bienestar y cerrar brechas históricos a pesar de los ingentes recursos económicos y una clase política devorada por la guerra entre el fujimorismo y el antifujimorismo que llevó, por ejemplo, a elegir a uno de los presidentes más ineptos de la historia republicana.  Estamos en un país donde los pactos y acuerdos son rechazados y cualquier amague de alianzas entre partidos en el Congreso se adjetiva como “componenda” y “otoronguismo”. 

Tampoco Zegarra dice que el estatalismo ha atacado de manera fuerte al modelo económico. Allí, por ejemplo, está la ley de la agroexportación que fue cambiada al caballazo, norma que fue la responsable de poner al país en el centro de la competitividad mundial de frutas. Allí también está la tramitomanía en la minería moderna, que hace que un proyecto minero se demore 30 años en surgir. 

Ahora, tampoco es que seamos obtusos o caigamos en un determinismo económico infantil. Es cierto que hace falta mayor competencia en algunas áreas de la economía y el mercantilismo asoma varias veces. Pero de allí a decir que un modelo que en su momento pudo reducir la pobreza en 40%, como jamás en nuestra historia, debe ser “repensado” (porque el inmenso aparato del Estado no hace lo suyo) es solo mirar con el ojo izquierdo.

Iván Arenas
05 de junio del 2024

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