Renatto Bautista
Reflexionando sobre “Evangelium Vitae” de San Juan Pablo II
Juan Pablo II y la defensa irrestricta de la vida

El último gran Papa que tuvo la Iglesia Católica —me refiero a Su Santidad Juan Pablo II (1920-2005)— escribió la encíclica Evangelium Vitae (25 de marzo de 1995), en la que, con enorme claridad e inteligencia, manifestó la defensa irrestricta que el catolicismo hace del derecho a la vida desde la concepción, así como la lógica oposición al aborto y a la eutanasia. Ambos, denuncia Juan Pablo II, son degeneraciones del ser humano que pretende jugar a ser Dios al decidir sobre la vida y la muerte.
Con la frontalidad que siempre lo caracterizó, Juan Pablo II señaló que llamar al aborto “interrupción del embarazo” es una estafa, ya que la muerte es un acto irrepetible en la vida de cada ser humano.
Me pregunto en voz alta: ¿por qué otras comunidades cristianas no católicas —como los anglicanos y luteranos— no defienden también, de manera explícita y escrita, el derecho irrestricto a la vida desde la concepción? Ensayo una respuesta: en el caso de los luteranos alemanes, apoyaron con entusiasmo a un dictador que implementó campos de concentración para asesinar a millones de judíos, demostrando que no apreciaron la vida de todos los seres humanos.
Volviendo a la encíclica escrita por Juan Pablo II, esta obra consta de cuatro capítulos y 168 páginas, en la edición de Editorial Paulinas para el Perú.
Con absoluto respeto y admiración hacia Juan Pablo II, me permito citar tres fragmentos de esta profunda obra:
- En la página 5, Juan Pablo II escribió: “El nacimiento del Salvador produce ciertamente esta gran alegría, pero la Navidad pone también de manifiesto el sentido profundo de todo nacimiento”. Por ello toda mujer que ha ejecutado un aborto, así como los médicos que lo practican y las feministas más radicales que exigen su legalización, si se proclaman católicos, demuestran una grave incoherencia. La Iglesia debería excomulgarlos, ya que la Navidad es la mayor celebración de la vida que festejamos los católicos coherentes.
- En la página 55, Juan Pablo II afirmó: “La vida que Dios ofrece al hombre es un don con el que Dios comparte algo de sí mismo con la criatura”. Todo católico debe entender que la defensa de la vida es un principio innegociable. Por ello, cuando feministas radicales que se autodefinen “católicas” exigen el aborto legal, caen en una contradicción con una fe que defiende la vida desde la concepción.
- En la página 161, Juan Pablo II escribió: “…no puede haber verdadera democracia, si no se reconoce la dignidad de cada persona y no se respetan sus derechos”. Esta es una crítica certera a los países democráticos occidentales que han aprobado el aborto, violando así la dignidad humana.
Indudablemente, el pensamiento de Juan Pablo II sigue siendo vigente.
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